En la localidad de Artea, en el valle vizcaíno de Arratia y a 27 kilómetros de Bilbao, están las instalaciones del almacén especializado en piedra natural de Alpina. La empresa, fundada en 2002, dispone de dos naves propias que con un total de 3.880 metros cuadrados, en cuyo interior albergan un stock de más de 60.000 metros cuadrados de unas 300 referencias de mármoles, granitos, calizas, pizarras o areniscas, así como porcelánicos y aglomerados de cuarzo y mármol de sus representadas Neolith y Compac.
El espacio que hace las veces de recibidor en Alpina, es toda una declaración de intenciones y en el que queda patente una de las señas de identidad de la empresa: el basalto negro. En varios paneles expositivos pueden apreciarse los diferentes acabados que soporta este material de importación y entre los que destaca alguno tan original como el “rayado”.
Nos recibe en la empresa su gerente Aitor Sancho, quien llegó a Alpina en junio de 2014, aunque lleva vinculado al sector de la piedra natural desde 2004. Es él quien nos confirma el dato. Solo de basalto, la empresa cuenta con 8.000 metros cuadrados de stock, lo que les convierte en uno de los principales proveedores de esta variedad pétrea en España.
Un equipo de ocho personas trabaja en Alpina, en donde la orientación es 100% al marmolista, su cliente por excelencia. Las dos líneas de negocio de la firma son las encimeras de cocina y los materiales elaborados que se reparten en un 70% y 30%, respectivamente. Sin embargo, tal y como avanza Aitor Sancho, “desde mi llegada, damos continuidad a lo que la empresa ha hecho hasta hoy siguiendo enfocados en la encimera de cocina y buscando otros sectores que potenciar”.
Las ventas de Alpina no se limitan al País Vasco, el área de influencia de la compañía alcanza a las provincias limítrofes de Cantabria o La Rioja, aunque entre su cartera de clientes tienen marmolistas distribuidos por toda España.
“La clave de llegar a marmolistas de otras provincias es contar un stock muy importante y con materiales especiales o diferentes”, apunta Sancho, quien también subraya que la actual situación de la paridad euro-dólar hace que estén ganando más terreno los materiales nacionales sobre algunos de los productos de importación, especialmente los más económicos.
En cuanto a la evolución y las tendencias en las variedades utilizadas en obra, Aitor es contundente y matiza que desafortunadamente no ha habido muchos cambios. “En el mercado de la construcción el marmolista sabe qué materiales son más competitivos en precio y la apuesta son siempre granitos grises, rosas…”. Algo que él lamenta.
Afirma que le encantaría que el marmolista visitara más el almacén y viera de primera mano los materiales y las novedades. “Seguro que verían cosas que les sorprenden”, como las tablas de la colección de Antolini de las que disponen o el granito brasileño Iron Red -uno de los productos con un precio más alto de su almacén- para los proyectos más ambiciosos, o las últimas novedades de Neolith, Granith y Compac para encimeras de cocina.
Pero no todo son obras con materiales económicos. Aitor Sancho confirma que siempre hay marmolistas que tienen la oportunidad de introducir variedades diferentes. Así, una obra reciente para la que han suministrado 1.500 metros cuadrados piedra natural ha sido una iglesia del centro de Bilbao, pavimentada con mármol Blanco Macael y mármol verde raíz procedente de India.
Porcelánicos
En cuanto a las superficies porcelánicas en gerente de Alpina confirma que “cada vez tiene una mayor demanda. A la gente le gustan los colores, las diferentes texturas y sus características técnicas”. La confirmación de que las cosas están yendo en esta línea, les viene a través de su promotora, que trabaja en exclusiva para Alpina y se encarga de visitar a todas las tiendas de cocina de su zona de influencia.
“La tienda de cocina es el lugar donde se conocen de primera mano las inquietudes del cliente final, por lo que pensamos que era importante tener a una persona en contacto permanente con el punto de venta. Es allí donde también tenemos que posicionar nuestros materiales para dar solución a los distintos gustos y presupuestos disponibles”, asegura.
Esta política de gestión confirma que el punto fuerte de Alpina es la cercanía a las necesidades del cliente, su amplísimo stock y ser un solucionador de los problemas de los marmolistas, convencidos de que así, ganan todos.
