La tendencia a construir y rehabilitar edificios de acuerdo a una mayor eficiencia energética está imponiendo el sistema constructivo de fachada ventilada en España. Arquitectos, constructores e instaladores dominan este tipo de cerramiento, pero para las cooperativas de propietarios, las comunidades de vecinos, los administradores de fincas y los clientes finales en general, este sistema sigue siendo un gran desconocido. Las primeras preguntas que se hacen todos ellos es cómo funciona una fachada ventilada, cuánto cuesta y qué factores influyen en su precio. Hablamos con distintos expertos en la materia y esto es lo que nos han contado.
El sistema de fachada ventilada está siendo una de las soluciones arquitectónicas más elegidas no solo para obra nueva sino también en rehabilitación, por las propiedades de eficiencia energética que consigue.
Uno de los elementos a través del cual se produce más pérdidas de calor es la fachada. Así, las pérdidas o ganancias térmicas por la fachada suponen más del 30% en edificios poco aislados o con fachadas amorteradas que son las más habituales.
En España existen más de 5 millones de viviendas con más de 50 años de antigüedad y casi el 10% de los edificios españoles se encuentran en un estado de conservación ruinoso, malo o deficiente.
Según el IDEA, ocho de cada diez edificios españoles tienen una certificación energética “E” o menor. Es decir, si los edificios tuvieran que examinarse de la materia de eficiencia energética, la nota más alta de la clase (el 84%) sería un 4,3 sobre 10, de hecho, solo el 0,7% de los edificios tiene una calificación energética A.
Funcionamiento
La fachada ventilada o trasventilada es básicamente un sistema de cerramiento exterior constituido por una hoja interior, una capa aislante, y una hoja exterior no estanca.
Sobre la fachada del edificio (hoja interior) se ancla una subestructura destinada a soportar la hoja exterior de piedra natural u otro acabado, así como una capa de aislamiento, mediante espigas plásticas o mortero adhesivo. Una vez colocada la capa aislante, se monta la hoja de acabado que puede ser piedra natural, por ejemplo. La subestructura deja una cámara de aire de entre 3 y 9 cm entre el aislamiento y las placas que conforman la segunda piel. Las juntas entre estas placas son abiertas, permitiendo el flujo de aire.
La existencia de juntas entre las piezas de fachada evita los problemas típicos de la dilatación, por lo que son fachadas que presentan un buen aspecto durante mucho tiempo. La hoja exterior de piedra natural también amortigua los cambios de temperatura tanto en el aislante térmico como en el impermeabilizante, prolongando su vida útil. Por último, la existencia de la hoja exterior ayuda a reducir las pérdidas térmicas del edificio: en los meses de verano la piel exterior se calienta creando un efecto convectivo que hace circular el aire en el interior de la cámara. Este “efecto chimenea” desaloja el aire caliente y lo renueva con aire más frío. En los meses de invierno el aire en la cámara se calienta, pero no lo suficiente como para crear el mismo efecto y se conserva mejor el calor. De ahí, el ahorro energético de este sistema.
Tipos
En el mercado existen básicamente dos sistemas para la instalación de una fachada ventilada, pese a que fabricantes, constructores, distribuidores y colocadores a menudo pueden utilizar nombres comerciales diferentes. Uno de ellos utiliza sistemas de fijación conocidos como puntuales y el otro es el conocido como fachada ventilada con perfilería. La diferencia de precio entre ambas puede ser de más de un 20% y la forma de instalación es completamente diferente.
El sistema de fachada ventilada mediante anclajes puntuales es el más económico. El material que va a envolver la fachada, por ejemplo la piedra natural, es fijado a la superficie de la fachada del edificio mediante un pasador o una ranura.
La amplitud de la cámara de aire con este tipo de cerramiento es más reducida, de unos 3 cm, y este tipo de sistema de fachada ventilada es muy manual en lo que se refiere a la instalación y exige un trabajo más laborioso por parte del colocador. Por contra, no requiere de tanta especialización por parte del operario e implica un importante ahorro de costes en sistemas de fijación.
Tal y como explica el arquitecto David Cazorla del departamento técnico de la empresa Anclajes Grapamar: “Habitualmente es una solución interesante en rehabilitación para las intervenciones en fachadas con roturas o patologías concretas que requieren la sustitución puntual de piezas”.
El sistema de fachada ventilada con perfilería es el más caro pero presenta como principales ventajas que la cámara de aire puede ser de hasta 8 cm, lo que implica menos problemas de dilataciones por contar con un mayor flujo de aire y que el sistema de instalación es mucho más rápido.
Por otra parte, el acabado de la fachada ventilada con perfilaría es más perfecto y no depende tanto de la pericia del operario como en el caso de la fachada que utiliza anclajes puntuales.
La durabilidad de ambos sistemas con una perfecta ejecución es el mismo, y normalmente la garantía que ofrecen las empresas es de entre 20 y 25 anos.
Tiempos
El ritmo de instalación de una fachada ventilada con dos operarios trabajando está estimado 30 metros cuadrados diarios. Así, una fachada de 600 metros cuadrados estaría acabada en un mes. En el caso del cerramiento con perfilería la colocación es un poco más rápida.
Cuánto cuesta
Los factores que van a determinar el precio de una fachada ventilada van a ser el tipo de material que vamos a elegir como envolvente (piedra, madera, porcelánico u otros), el tipo de sistemas: puntual o perfilería, el tipo de aislamiento (lana de roca, vidrio celular…) y la mano de obra.
El material es uno de los elementos que van a tener una importante incidencia en el precio final de la fachada ventilada. En el caso de la piedra natural podemos tener variedades y formatos desde 50 euros el metro cuadrado hasta superar los 100 euros en el caso de materiales de importación.
La recomendación de Inaki Larrea de Mármoles Zamar, empresa especializada en la instalación de fachadas ventiladas de piedra natural, es optar por formatos grandes para abaratar costes en la partida que afecta al material. “Los formatos de entre 90 cm o incluso un metro de largo por unos 40-50 cm de ancho suponen un ahorro importante”.
El aislamiento es la parte más económica en un proyecto de cerramiento, y las diferencias de precio son pequeñas. En el caso de la lana de roca podemos hablar de unos 6 euros el metro cuadrado.
Fachada curva
El tipo de diseño de la fachada también tendrá una incidencia en el precio final. Así, los diseños rectos abaratan los costes frente a diseños especiales o a mata junta o en el caso de las fachadas en curva.
Si nos enfrentemos a un proyecto con fachada curva en opinión de David Cazorla, aunque es posible utilizar este tipo de cerramiento supone una mayor complicación en cuanto a la ejecución y un coste añadido ya que en algunas ocasiones puede incluso duplicarse el coste de perfilaría y de material.
“El diseño de fachada en curva no permite los formatos de piedra natural grandes y habría que optar por piezas más pequeñas de forma que el giro del ángulo sea más reducido y se pueda jugar con el radio”, explica Cazorla.
Mano de obra
La mano de obra para la instalación de la fachada es la otra de las patas que supondrá en algunos casos hasta el 33% del presupuesto. La elección de una mano de obra cualificada y de un seguimiento continuo en obra no solo asegurará un resultado óptimo sino también evitar futuras patologías.
Según apunta Iñaki Larrea, la mayor de las patologías de fachada se deben a una inadecuada elección del material y a un incorrecto sistema de colocación por improvisaciones o malas ejecuciones en obra.
Precios
El precio de de la fachada ventilada mediante el sistema de anclaje puntual, teniendo en cuenta los factores que pueden economizar este sistema, puede ser de entre 85 y 90 euros el metro cuadrado incluyendo material, sistemas de fijación y colocación. En el caso de la fachada de perfilería el incremento puede ser de un 20% y situarse entre los 180 y los 200 euros el metro cuadrado.
En palabras de David Cazorla el precio medio solo de los sistemas de fijación y anclajes en el caso de la puntual es de entre los 8 y los 13 euros el metro cuadrado, y entre los 21 y 35 euros el metro cuadrado de la perfilaría.
El proceso para solicitar un presupuesto completo para una fachada ventilada es muy sencillo. Normalmente se solicitan los alzados del edificio y de alguna de las plantas en formato Autocad, así como fotos y posibles catas de la fachada del edificio para conocer el estado de la misma. “Hay que saber los cantos de forjado qué altura tienen y en qué condiciones están y a partir de ahí se realizada el diseño de la fachada”, explica Cazorla.
En definitiva, los diseños rectos, con piezas de gran formato en fachadas rectas y en formato más reducido en fachadas en curva, pueden suponer un importante ahorro, junto con la elección del tipo de fijación y anclaje y la empresa de instalación con la que contemos.
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