Las empresas del sector cerámico que engloba a atomizadoras, fabricantes de pavimento y revestimiento cerámico, y productores de fritas y esmaltes- ya pueden solicitar los créditos bonificados promovidos desde la Generalitat Valenciana, y que van a estar gestionados a través del Institut Valencià de Finances (IVF).
El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) ya ha publicado las características de esta medida, que fue acordada la semana pasada entre el president de la Generalitat, Ximo Puig, y representantes de las patronales Ascer y Anffecc.
En total está prevista una suma de 100 millones de euros para las firmas de la industria cerámica y tiene como principal objetivo aportar liquidez a las firmas afectadas por el incremento de los costes energéticos.
La principal ventaja que tendrán quienes opten a estos préstamos es que hay una parte que no habrá que devolver. El porcentaje puede ser del 5%, en el caso de que el dinero sea para atender a las necesidades de capital circulante, o del 10%, si esta cantidad se destina a inversiones. Además, se concede a un tipo de interés fijo del 3,03%, que está por debajo de los estándares de mercado, de forma que se estima una bonificación acumulada de 15 céntimos por cada euro de financiación concedida.
Otra de las características es que se podrán tener una carencia de cuatro años para empezar a devolver el dinero prestado. El plazo de la devolución será de 10 años.
El conseller de Hacienda y Modelo Económico, Arcadi España, ha indicado que con esta línea de financiación se pone de manifiesto el apoyo «firme y decidido de la Generalitat a las empresas del sector cerámico porque necesitan nuestra ayuda para contrarrestar el incremento del precio de la energía».
Cantidades máximas
Las grandes empresas del sector podrán solicitar hasta 10 millones de euros, mientras que si las compañías tienen menos de 3.000 trabajadores el tope se establece en cinco millones. Los préstamos constituyen una ayuda de estado otorgada al amparo del marco temporal de ayudas de estado aprobado por la Comisión Europea en el marco de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Además de este dinero, el sector sigue a la espera de las ayudas previstas por el Gobierno. A principios de marzo acabó el plazo de presentación de alegaciones, y ahora se está a la espera de la contestación del Ministerio de Industria.