La piedra natural que se exporta desde Vigo ha anotado un récord absoluto en facturación en los ocho primeros meses del año. En este periódico las ventas superaron los 70 millones de euros, solo teniendo en cuenta la mercancía comercializada por vía marítima. Supone un incremento de más de diez puntos en comparación con 2021.
Hay dos países que explican esta buena progresión. El primero es Marruecos, que ocupa el primer puesto en la extensa lista de clientes del granito gallego, como constatan los balances de la Secretaría de Estado de Comercio. Entre enero y agosto las exportaciones al país magrebí sumaron un importe de 19,24 millones de euros, prácticamente el doble que en el último ejercicio prepandemia. Marruecos es un mercado muy dependiente de las importaciones. “La capacidad instalada de la industria marroquí es capaz de satisfacer la demanda interna, sin embargo, la poca competitividad de la industria en términos de calidad, eficiencia, mercado informal y precio hace que Marruecos tenga que importar gran parte de los materiales de construcción”, resume la Cámara de Comercio española. Una debilidad local que ha aprovechado el granito que sale desde Vigo, pese al tímido crecimiento económico de este país.
Este primer puesto que ahora ocupa Marruecos era antes propiedad de Estados Unidos. El sorpasso no obedece a una caída en las ventas en el mercado norteamericano, donde también se superaron los 19 millones de euros, aunque con una progresión temporal más estable. El granito no se utiliza únicamente para el mercado residencial, lo que ofrece una diversificación en caso de pinchazo en las viviendas privadas. Es cierto que la política monetaria de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) ya se nota en los precios de las casas, pero éstos están aun por las nubes, cerca de máximos históricos. El coste medio de una vivienda llegó en junio a los 413.800 dólares, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (National Association of Realtors, NAR); en agosto ya bajó de los 390.000. Todo el mercado está inflacionado, lo que ha permitido al granito –no solo en el mercado de EE UU– anotar un nuevo récord de ventas pese a haber descendido la cantidad de toneladas comercializadas (-8,15% interanual).