Un grupo de arqueólogos, historiadores, arquitectos y aparejadores han sido convocados por el alcalde de Plasencia a una reunión dentro de la comisión de Patrimonio, para estudiar diferentes propuestas técnicas para eliminar grafittis de diversos monumentos.
«Aunque los técnicos mantendrán otros encuentros posteriores, nos hemos decantado por evitar productos químicos en la limpieza de las pintadas, porque estos elementos son perjudiciales para los monumentos», explicó el alcalde, Fernando Pizarro, al término de la reunión mantenida por el equipo multidisciplinar, en la que también participaron responsables de las adjudicatarias de los servicios de jardines y limpieza en la ciudad.
«Por este motivo -continuó el primer edil- hemos pensado que la mejor opción para acabar con las pintadas sin hacer daño al patrimonio es el vapor de agua». Pizarro aprovechó su comparecencia ante los medios para pedir a los ciudadanos que cuiden el patrimonio histórico y monumental de la ciudad. «Algunos de estos edificios y monumentos tienen 700, 500 o 300 años y tenemos la obligación de conservarlos y mantenerlos para las generaciones venideras», valoró el primer edil, quien calificó de «atentado contra el patrimonio» los actos vandálicos que no solo afean la imagen de la ciudad sino que causan daño a los monumentos, más allá del notable gasto al que tienen que hacer frente las arcas públicas.
El alcalde aseguró que ha solicitado a la adjudicataria de la limpieza que siga las recomendaciones técnicas y que procure limpiar de pintadas los monumentos en el menor tiempo posible de cara a la Semana Santa, cuando arranca la época dorada para el turismo local, potenciada de forma notable por las procesiones y también por la fiesta del cerezo en flor que celebra el Valle del Jerte y que cada año aporta a Plasencia miles de turistas.
Por eso la comisión de Patrimonio facilitará a la UTE de la limpieza un listado de los edificios en los que es precisa su intervención. En ella estarán dos de los monumentos más visitados por los turistas como son los Arcos de San Antón y el recinto amurallado de Torre Lucía donde numerosas pintadas afean su visión.