El arquitecto Luis Fernando Gómez Stern, en colaboración con Ignacio Medina y Fernández de Córdoba, XIX duque de Segorbe, han sido los ganadores del Premio de Arquitectura Clásica y Restauración de Monumentos Rafael Manzano Martos, por su labor de recuperación en la antigua judería de Sevilla.
Con este premio, dotado con 50.000 euros y una medalla conmemorativa, se ha querido reconocer un trabajo entre múltiples candidaturas de «extraordinaria calidad», según un comunicado de la gestora Fundación Mapfre.
La iniciativa destaca por la «constancia y determinación» de dos autores dedicados a conservar un barrio «muy degradado y amenazado de demolición en el centro histórico de Sevilla», que incluye desde monumentos a instalaciones populares más discretas, sin las cuales el conjunto urbano «perdería su sentido».
El galardón, constituido en honor al arquitecto Rafael Manzano Martos, está convocado por The Richard H. Driehaus Charitable Lead Trust y la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Notre Dame (Indiana, Estados Unidos), quienes, junto a la Real Academia de San Fernando y la Fundación Mapfre, harán la entrega oficial a los agraciados el próximo 15 de octubre.
El Premio de Arquitectura Clásica y Restauración supone un reconocimiento a la recuperación de monumentos históricos y la realización de obras de nueva planta integradas en dichos conjuntos urbanos.
Este año el certamen celebra su segunda edición en España, después de que en 2012 fuera para el arquitecto Leopoldo Gil, por su trabajo en la restauración de la Real Colegiata de Roncesvalles, en Navarra.
El proyecto
Acabado en el año 2012, se ha llevado a efecto a lo largo de tres décadas, casa a casa, conforme a la lógica de la formación del barrio de la antigua judería de Sevilla, manteniendo el sentido de su evolución. Ha sido un trabajo artesanal realizado sin planificación inicial respecto a su extensión y uso. Eso le confiere una virtud no buscada a priori como es su flexibilidad para la adaptación a distintos contenidos, permitiendo segregaciones y ampliaciones, lo que convendrá a su permanencia y aptitud futura. El conjunto de 19 casas en la judería de Sevilla, está destinado en la actualidad al uso hotelero y residencial y es pues el resultado de la revitalización urbana de un sector histórico de gran valor artístico del centro de Sevilla.
Las 4 casas nobles datan de los siglos XV y XVI, aunque alcanzaron su configuración actualmente reconocible en el siglo XVIII. Las casas populares son en su mayoría del siglo XVIII y pertenecían a militares o comerciantes, o fueron corrales que eran alquilados a familias. Las zonas interiores de unas y otras se fueron colmatando, desapareciendo patios, jardines y espacios libres, así como callejones y adarves que se han puesto de manifiesto en la actual transformación. El proceso de formación del barrio concluiría en los primeros años del siglo XX comenzando a perder población desde entonces. A principios de la década de 1970 las condiciones arquitectónicas de las casas eran deficientes, en proceso acelerado de desintegración dentro de un entorno de calles peatonales estrechas -algunas sin salida- que apenas conservaban vida ciudadana.
En la restauración se han utilizado el lenguaje arquitectónico y las técnicas tradicionales con los medios auxiliares modernos así como materiales y terminaciones iguales a los originales que permanecían, usando para ello así mismo piezas de acarreo o materiales procedentes de derribos próximos.