La plataforma SOS Alkerdi exige al Gobierno de Navarra que expediente a la empresa Mármoles Baztán «por las infracciones muy graves» cometidas y, ante la petición de ésta para que se le autorice a reanudar las voladuras, que se cumplan las normativas medioambientales, urbanísticas y de protección del patrimonio.
El colectivo reclama asimismo al Ejecutivo foral «que asuma su error en la tramitación y aprobación del nuevo proyecto», en el que acusan a la empresa de intentar «engañar a la administración no mencionando la importancia de las cuevas de Alkerdi y Berroberria».
Afirma asimismo que Mármoles Baztán tampoco informó de «las limitaciones sobre la forma de explotar impuestas por el Plan Urbanístico, así como de una resolución de Príncipe de Viana del año 1999 que le prohíben toda voladura».
«Y esto debería haber supuesto la paralización cautelar inmediata de la activad y una sanción ejemplar», subraya SOS Alkerdi en un comunicado, en el que indica también que el ayuntamiento de Urdax ya ha determinado «la ilegalidad del nuevo proyecto de explotación de la cantera».
Un consistorio al que piden que resuelva los expedientes sancionadores iniciados en noviembre y que aúne esfuerzos con la plataforma «en la exigencia de responsabilidades políticas a los componentes del Gobierno de Navarra que miran a otro lado y han llevado a esta situación de trato de favor al infractor y atropello a los habitantes de la zona».
En este sentido SOS Alkerdi subraya que la empresa «no ha parado ningún día de trabajar desde julio de 2014 y ha sacado grandes beneficios del expolio», una situación «ilegal» y una «masacre» de la que asegura que «es conocedor» el consejero de Medio Ambiente, Javier Esparza, que «mantiene nuestra denuncia paralizada en un cajón» desde agosto.
Al respecto la plataforma indica que según datos aportados por la Sección de Minas, durante 21 años de explotación (1991-2011) se han consumido en esta cantera 150 kilos anuales de explosivos mientras que el nuevo proyecto de explotación pretende utilizar 24.000 kilos anuales y extraer en poco más de tres años la producción total de los 50 años de vida de la cantera.
«Una masacre medioambiental -agrega- que afectará al bienestar y a la salud de los vecinos, provocará una pérdida económica real y afectará a los más de 1.000 puestos de trabajo directos e indirectos de los distintos sectores afectados en la zona», lo que «pondría en peligro la viabilidad» de Urdax y Zugarramurdi.
Al mismo tiempo SOS Alkerdi denuncia que también «se ha puesto en peligro» el patrimonio pues la cantera se localiza en una zona habitada desde hace 30.000 años, y en la que «es lógico pensar que puedan existir cavidades que tengan tanto o más valor arqueológico que Alkerdi y Berroberria».
Pese a lo que pueda decir la Universidad de Cantabria en un informe «sufragado por Mármoles del Baztán», la plataforma precisa que «el método de voladuras es incompatible con la preservación de otras cavidades y por ello están prohibidas».
Tras recordar la realizada el 15 pasado de julio, «que provocó el derrumbe de la entrada de la cueva Zelaieta III y cuya onda expansiva salió de forma incontrolada hacia las zonas habitadas y cuevas de Ikaburua, repletas de turistas en ese momento», asegura que entre 2012 y 2013 hubo otras cinco «sin saber como podrían afectar a la cuevas declaradas BIC».