Tras el derribo de la Basílica de Nuestra Señora del Olmo en la localidad navarra de Azagra, comenzó un proyecto ambicioso con el que se pretendía crear una nueva basílica. Este nuevo edificio contaría con una sala de culto principal y una zona anexa que haría las funciones de sacristía, así como también un almacén para guardar los pasos de las cofradías. En su diseño se ha intentado respetar la antigua distribución interior pero en el exterior el aspecto de la actual basílica es muy diferente al original ya que se ha revestido totalmente en piedra y se ha creado un campanario.
El material pétreo utilizado en la construcción de la basílica ha sido suministrado por Taller de Cantería Olnasa, empleándose para ello piedra natural Arenisca Uncastillo acabada a tallante.
Entre los elementos suministrados cabe destacan los sillares, piezas de esquina y aplacado para el revestimiento de fachada, Jambas, cabeceros y solaretes para el recercado de vanos, los pilares, basas, capiteles y arcos para la creación de galerías, así como las cornisas para enmarcar y decorar la fachada.
Además de los elementos nombrados, han sido talladas las esculturas de San Pedro y San Pablo por un escultor de Taller de Cantería Olnasa, colocándose posteriormente en unas hornacinas de la fachada de la basílica.
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