El estudio madrileño Ábaton eligió el Travertino Nazarí de Cosentino para el revestimiento de los suelos de este establo convertido en vivienda. El proyecto está ubicado en Guijo de Santa Bárbarauna, en la provincia de Cáceres. Era un establo abandonado que sus dueños quisieron recuperar convirtiéndolo en una vivienda familiar.
La fachada alargada ha conservado los muros de piedra que le otorgan un imagen rústica única y ha sido interrumpida por grandes ventanales para conseguir un total aprovechamiento de la luz. Estructuralmente los muros han sido reforzados con pilares metálicos, manteniendo el exterior rústico.
En el interior de la casa predomina el color blanco y los tonos neutros que contrastan con el suelo para el que ha sido elegido el Travertino Nazarí que presenta un color tierra grisácea con alternancia de tonalidades claras y oscuras, salpicado por una estructura formal aleatoria y no lineal, en la que destaca la abundante presencia de oquedades de tamaño mediano/grande.
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