La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) ha destacado un crecimiento «moderado» tanto en la producción como en el empleo dentro del sector cerámico. Sin embargo, advierte que esta evolución positiva se está produciendo en medio de un panorama internacional marcado por la incertidumbre.
Según su portavoz, la demanda en los principales mercados europeos sigue mostrando síntomas de debilidad, lo que se suma a un contexto geopolítico plagado de decisiones cuyo impacto inmediato llega hasta las plantas productivas. Todo ello obliga a las empresas a aumentar su competitividad, mejorar su diálogo político y fortalecer la cohesión sectorial.
Internamente, Ascer también señala una creciente tensión política en España. Critica que las constantes disputas partidistas desvían la atención de lo verdaderamente esencial: ejecutar políticas útiles para impulsar la economía, reforzar a las empresas y gestionar el país de forma eficaz.
El sector sigue siendo estratégico: aporta más de 22 % del PIB industrial en la Comunitat Valenciana y más de un 32 % al de Castellón. Las exportaciones totalizaron 3 .479 M €, un descenso del 2,4 % con respecto a 2023, principalmente por la desaceleración en los mercados internacionales, mientras que el mercado doméstico creció un 3,1 % hasta los 1.340 M €.
Desafíos actuales
Entre los principales desafíos del sector están los aranceles internacionales, el freno a la demanda europea y una volatilidad global que complica las previsiones.
El precio del gas se ha duplicado desde 2020, y aunque la producción desaceleró un 15 %, en 2024 mostró una recuperación del 5 % hasta más de 400 M m². El sector apuesta por renovables y cogeneración, pero reclama nuevas subastas para actualizar su maquinaria.
Aunque el sector cerámico registra avances moderados en volumen y empleo, lo hace bajo una atmósfera de riesgo, tanto por la coyuntura internacional —con condiciones adversas en Europa y Estados Unidos— como por las dudas generadas por la política nacional. Ascer insiste en que el futuro pasa por reforzar la competitividad interna, impulsar políticas de apoyo y mantener una unidad sectorial sólida.