El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, anunció una serie de medidas para reducir los gastos de la construcción civil, principalmente exenciones de impuestos, con el fin de estimular la economía y afrontar la crisis internacional.
Entre las medidas anunciadas figura la reducción de los impuestos para el sector, la disminución de los gastos laborales y la concesión de créditos para capital de giro a muy bajo coste.
Mantega había anticipado que esta semana anunciaría nuevas medidas de estímulo tras divulgar que la economía brasileña sólo creció un 0,6 por ciento entre el segundo y el tercer trimestre del año, la mitad de lo esperado por el Gobierno.
Las medidas fueron anunciadas en una ceremonia encabezada por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en la que se conmemoró la entrega de un millón de viviendas del programa «Minha Casa Minha Vida», una iniciativa gubernamental para incentivar la construcción de residencias para personas de escasos recursos. Según Mantega, las empresas de construcción no tendrán que pagar, por un tiempo indeterminado, el 20 por ciento de la aportación salarial al Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS), y en compensación pagarán un 2 por ciento sobre sus ventas. Esa fórmula reducirá en 970 millones de reales (370 millones de euros) la recaudación del INSS al menos el primer año de aplicación.
«El sector no pagará más aportes al INSS. No voy a decir que por el resto de la vida porque es mucho plazo, pero por un largo período», dijo el ministro, al aclarar que las medidas tienen carácter excepcional y provisional, y pretenden hacer frente a la desaceleración económica provocada por la crisis internacional.
El Gobierno también decidió reducir del 6 al 4 por ciento la tasa que la construcción paga por el impuesto de Régimen Especial de Tributación.
Los incentivos fiscales obligarán al Gobierno a renunciar anualmente a unos 1.088 millones de euros en recaudación impositiva. Además de las reducciones impositivas, el Gobierno también ofrecerá a las constructoras una línea de crédito por valor de unos 763 millones de euros para financiar el capital de giro a bajo coste y largo plazo de amortización.
La construcción civil es responsable de casi la mitad de la inversión que se realiza en Brasil, afirmó el ministro, al recordar que el sector emplea a casi 7,7 millones de trabajadores.
La presidenta Rousseff dijo que cuando asumió su mandato se comprometió a construir 3,4 millones de viviendas populares, de las que un millón ya fueron entregadas y dos millones contratadas.
La reducción provisional de las contribuciones al INSS para bajar los gastos de producción en Brasil ya había sido ofrecida a otros 40 sectores, entre ellos fabricantes de automóviles y electrodomésticos, como medidas para estimular la economía.