El Grupo Victoria, al que pertenecen Cerámicas Saloni y Keraben, ha iniciado la negociación para despedir a 200 empleados. Según han confirmado tanto fuentes empresariales del sector del azulejo como fuentes sindicales, la firma ha planteado un nuevo ERTE para más de 1.000 trabajadores y un ERE para 200 empleados de la unidad productiva de Saloni.
La subida del precio del gas y la ausencia de ayudas directas son los motivos de esta decisión.
Hasta septiembre, el sector de la cerámica había realizado 61 despidos mediante expedientes de regulación de empleo (ERE) y en el mes de octubre se dispararon las salidas forzosas de personal. La primera oleada la protagonizó Halcón Cérámicas (185 despidos), Todagres (174) y Azulejera Alcorense (78). En total, se contabilizaron 498 personas que perdían el empleo.
Ahora el cómputo se eleva otro 40% más con la decisión del grupo Victoria de rescindir la relación laboral con 200 empleados. Además, la suspensión de empleo continúa. Según los datos a los que ha tenido acceso Economía Digital, en noviembre había 22 empresas del sector cerámico de Castellón que tenían a más de 100 empleados sometidos a un ERTE. La cifra de 1.000 empleados la superaba tanto el Grupo Pamesa como el Grupo Victoria, que ha tenido durante este año a 912 afectados por ERTE en Keraben a los que hay que sumar otros 385 en Cerámicas Saloni. En total, 1.297.
Las fuentes del sector y sindicales consultadas desvelan que el Grupo Victoria plantea para 2023 expedientes de regulación de empleo que afectarán a 1.218 personas (81 menos que este año) pero que 200 de ellas tendrán un expediente de extinción de empleo. Esta reducción de plantilla no implica su salida de Cevisama, la feria española de la cerámica que se celebra a finales de febrero en Feria Valencia, y sobre la que el grupo Victoria, vía Keraben, ha dado un espaldarazo anunciando un stand de más de 1.000 metros cuadrados en el pabellón 6.
Las expectativas de venta en febrero se conjugan con la creciente presión sobre los márgenes de las azulejeras que sufren sobrecostes energéticos que superan los 2.000 millones de euros. De hecho, el ERE de Cerámicas Saloni hace que se cumpla el vaticinio que la patronal azulejera lanzó la semana pasada en un extenso encuentro con los medios de comunicación. “Los ERTE se convertirán en ERE”, apuntó el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu.
En aquel encuentro, quedó clara la situación crítica que arrastra la cerámica que advirtió que era tardío retrasar hasta el 29 de diciembre las medidas anticrisis del gobierno. La cerámica espera que, tal y como permite la Unión Europea y aplica Italia, se subvencione el coste de la energía hasta precios que se sitúen, como mínimo, por debajo de los 80 euros por megavatio.
