La semana pasada el alcalde de Sevilla inauguraba el comienzo de las esperadas obras de reurbanización de la emblemática Plaza Nueva, un proyecto largamente anticipado desde su anuncio en mayo de 2023. Este espacio, en el corazón de Sevilla, sufrirá una transformación integral, en la que la piedra natural jugará un papel crucial para revitalizar su imagen histórica y su funcionalidad.
El pavimento, uno de los elementos más afectados por el paso del tiempo y el desgaste, será objeto de una profunda restauración. Las superficies pavimentadas, compuestas por enchinados artesanales y mármoles de varios colores, serán renovadas para recuperar su esplendor original. La piedra elegida para estas renovaciones es el mármol blanco de Macael, conocido por su alta calidad y resistencia, que no solo reemplazará las losas deterioradas, sino que además mejorará la seguridad, al reducir su capacidad deslizante. Un tratamiento especial antimanchas y protector será aplicado para facilitar el mantenimiento de este material tan noble y duradero.
Además del mármol, la Plaza contará con granito gris de Quintana en las áreas periféricas y adoquines de granito en las calzadas, reforzando el carácter señorial de la plaza y su vinculación histórica con los materiales de construcción tradicionales. Estos elementos, junto a la restauración de los enchinados artesanales, devolverán a la plaza su elegancia original, mientras se asegura una infraestructura robusta y segura para los próximos años.
Con una inversión estimada de cuatro millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses, este proyecto también contempla mejoras en la iluminación monumental, la reordenación del mobiliario urbano y la renovación de las redes de infraestructura. Así, la Plaza Nueva no solo recuperará su carácter histórico, sino que se adaptará a las necesidades modernas de movilidad y accesibilidad, potenciando el uso ciudadano de este espacio tan querido.
Las obras, que coinciden con el centenario de la inauguración de la estatua ecuestre de San Fernando, reflejan el compromiso del Ayuntamiento de Sevilla por preservar y mejorar uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, garantizando que la piedra natural continúe siendo un símbolo de su historia y patrimonio.