La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 50% a los productos importados de Brasil ha generado una fuerte reacción en el sector productivo de Espírito Santo, entre ellos el de la piedra natural. El gobernador Renato Casagrande (PSB) ha calificado la medida como «demencial». La tributación está previsto que entre en vigor el 1 de agosto.
En 2024, Estados Unidos representó el 56,3% de las exportaciones totales de piedra natural de Brasil, con un valor de USD 711,1 millones. De esta cifra, el estado de Espírito Santo representó el 82,3%, con envíos a EE. UU. por un total de USD 672,4 millones.
La Asociación Brasileña de Piedras Naturales (Centrorochas) también expresó su preocupación por el nuevo arancel, señalando que Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones brasileñas de piedra, especialmente de Espírito Santo, que representa más del 82% de los ingresos nacionales del sector.
«Esta fiscalidad es muy preocupante, todo el sector está inseguro. Esta medida es como un embargo. Es como si Brasil estuviera fuera de juego, porque los competidores tendrán mejores condiciones de venta», dijo el presidente de Centrorochas, Tales Machado.
Machado señaló que la cadena productiva genera 25 mil empleos directos en el estado y cerca de 100 mil empleos indirectos.
«Esperamos que el Gobierno entre en las negociaciones para revertir esta situación. Tenemos un plazo de un mes para negociar. La industria de Espírito Santo es altamente competitiva, pero puede verse gravemente perjudicada», agregó.