Tal como desvela un estudio publicado en Applied Surface Science, un equipo de investigadores de la UNSW de Sídney (Australia) y de la Universidad de Bolonia (Italia) ha desarrollado un nuevo método para mejorar la conservación del mármol.
Para ello han combinado la modelización computacional con métodos experimentales para determinar si distintos disolventes orgánicos, como el alcohol, podían mejorar un tratamiento protector utilizado para la conservación del mármol. Descubrieron que, aunque los distintos disolventes se comportaban de forma diferente en la superficie del mármol, todos mejoraban el tratamiento de forma parecida.
Las obras de mármol que se exponen al aire libre son propensas a deteriorarse por la lluvia. “La mayoría de nosotros conocemos algunas obras icónicas de mármol de gran importancia histórica y cultural. Trabajamos para encontrar formas de preservar estas obras para las generaciones futuras, de modo que puedan disfrutarlas y apreciarlas como nosotros”, explica la doctora Martina Lessio, profesora de la Facultad de Química de la UNSW Science y autora principal del estudio.
El nuevo tratamiento que han desarrollado los investigadores químicos forma una capa protectora duradera en la superficie del mármol compuesta por fosfato de calcio (CaP) o hidroxiapatita, un mineral natural que también se encuentra en los dientes y los huesos. Entre los puntos positivos de este tratamiento cabe mencionar que no provoca decoloración ni cambios estéticos en el mármol.
Aunque investigaciones anteriores ya habían demostrado que añadir disolventes orgánicos como el alcohol a este tratamiento ayuda a mejorar la capacidad de la capa de hidroxiapatita para proteger el mármol, quedaban todavía muchas preguntas. “Averiguar por qué se comporta así es fundamental para poder seleccionar el mejor disolvente posible para el tratamiento y maximizar la eficacia protectora”, defiende Lessio. Para este propósito han empleado las herramientas computacionales.
En el estudio los investigadores probaron la adsorción de etanol, isopropanol y acetona en la superficie de calcita de una muestra de mármol de Carrara, un tipo de mármol muy empleado en escultura y arquitectura. Para evaluar su idoneidad los investigadores utilizaron modelos informáticos y probaron cuatro condiciones distintas: una utilizando exclusivamente agua como disolvente y las otras tres restantes con los aditivos.