El último Economic Outlook difundido por Crédito y Caución muestra una ligera mejora de sus previsiones de crecimiento del comercio global. La aseguradora de crédito espera que los intercambios mundiales de mercancías crezcan un 1,9%, en 2023. Aunque esta tasa supondrá una ralentización frente al 3,2% registrado en 2022, está 0,4 puntos porcentuales por encima de lo esperado hace seis meses. Esta mejora de las previsiones del comercio está alineada con una mayor demanda esperada de importaciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, que evitarán el crecimiento negativo en el conjunto de 2023. La reapertura de China no solo impulsará sus importaciones sino que provocará una reducción de los costes comerciales y de las presiones en la cadena global de suministro.
Entre los factores que siguen lastrando el crecimiento del comercio, el aumento de los costes financieros por el endurecimiento monetario tiene un especial impacto en el comercio de bienes de equipo, cuyas exportaciones desde Estados Unidos, Alemania y Japón se redujeron en los primeros meses de 2023. Además, los flujos de inversión extranjera directa están bajo presión. En tercer lugar, tras la pandemia se ha producido una reorientación de la demanda hacia los servicios, lo que pesa sobre la evolución del comercio de bienes. Esta tendencia se ve agravada por las subidas del precio de la energía, que dificultan la producción en países como Alemania. Por último, se mantiene el colapso comercial entre la Unión Europea y Rusia y, aunque no hay signos de desacoplamiento de China, sí hay una caída de su comercio con Estados Unidos, especialmente en los sectores TIC.
Si observamos la evolución del comercio por sectores de 2022, los ganadores sectoriales de la pandemia están perdiendo cuota ahora y viceversa. Se observa la sustitución de la demanda de bienes por la de servicios, especialmente el turismo y el transporte. En países como Reino Unido, Francia, España o Italia han recuperado el terreno perdido durante la pandemia, no así Estados Unidos, Japón, Australia o Tailandia, debido en gran medida al efecto de las restricciones de China. La normalización hacia niveles de consumo de 2019 genera un potencial comercial en la automoción, los productos aeroespaciales o el turismo. Sin embargo, los semiconductores que dispararon su demanda durante la pandemia ven como se invierte la tendencia. Las economías avanzadas de Asia con intereses en estos sectores, como Corea del Sur y Taiwán, se están llevando la peor parte. Por regiones, en 2022 se registraron crecimientos positivos en la mayoría de las regiones con la excepción de China, por su política de covid cero, y Europa del Este, más afectada por la guerra en Ucrania.