La expresividad y versatilidad de la piedra natural junto con unos volúmenes escultóricos -y hasta poéticos- son las señas de identidad de la llamada Casa Macadán, que es como se ha bautizado a esta elegante y exclusiva vivienda de 205 metros cuadrados en La Alcayna (Molina de Segura). El equipo de Uno100, en Murcia ha sido el encargado de dat forma a este nuevo proyecto.
En concreto, esta casa en la que prima la horizontalidad y el equilibrio se ha concebido, según señalan desde el estudio, «como una cubierta blanca de gran canto sustentada por gruesos muros de piedra. Para potenciar esta idea, los muros de piedra se proyectan más allá de la cubierta y los cerramientos entre ellos se materializan en vidrio y negro».
Asimismo, señalan que «para asegurar la privacidad de la terraza y jardín principales, cuya orientación ideal es la de acceso a la parcela, se han levantado dos largos muros de piedra que te acompañan desde el acceso de la parcela al acceso a la vivienda, introduciéndose para formar parte de la misma». Además, uno de estos muros de piedra «se abre mediante rasgaduras verticales en toda su altura para liberar parcialmente la vista y la sensación espacial».
Precisamente, esos muros de piedra, junto a la madera del suelo, dan calidez a los espacios interiores. Además, se ha querido buscar «el contraste con acabados más minimalistas de techos y panelados blancos con detalles negros en carpinterías, luminarias y otros elementos puntuales.
La terraza aporta un espacio de relax, con una piscina que recuerda en su concepción a una alberca de la huerta, en esta vivienda que establece un diálogo muy especial con los materiales, en especial con esa piedra en bloques horizontales -con ligeros cambios de tonalidad- que habla de solidez, permanencia, armonía y confort. Erigiéndose en una fortaleza simbólica para sus moradores.