En el cementerio de Kerfautras de la ciudad portuaria bretona de Brest, es pionero en le mercado de segunda mano de arte funerario. El ayuntamiento ha habilitado un espacio en el campo santo que dedica a la exposición de monumentos funerarios reacondicionados donde se exponen diferentes modelos y los vende a precios económicos. “No estamos aquí para hacer negocios, estamos al servicio de las familias”, advierte Laurent Malyquevique, conservador de los seis cementerios de Brest.
La iniciativa se puso en marcha en 2012 y desde entonces, se han vendido unos cincuenta monumentos, siete de ellos en 2023.
Los monumentos reciclados por el Ayuntamiento proceden de concesiones caducadas y no renovadas por las familias , y finalmente asumidas por la Comunidad. Al final de un largo procedimiento. “Se informa a las familias cuando vence la concesión. Tienen dos años y un día para relanzar la concesión. Si no se hace un seguimiento, la recuperación está en marcha”, explica Laurent Malyquevique.
El Ayuntamiento conserva algunos monumentos funerarios que pueden ser reutilizados después de realizar una limpieza y pulido. Se eliminan todas las inscripciones y las tumbas quedan como nuevas.
La ciudad cuenta con una treintena de monumentos funerarios en venta. Algunos de los cuales son nuevos, tras una donación el año pasado de los directores funerarios de los municipios asociados tras el cese de su trabajo en el arte funerario. Un catálogo está disponible online, en el sitio web de la Ciudad.
Precios
Los precios varían entre 50 y 600 euros para las lápidas y entre 400 y 600 euros para las bóvedas. El precio se calcula en base al cociente familiar. El precio desafía toda competencia. El precio de una lápida es de 3.000 euros de media.
Fuente: Còte Brest