Desde sus inicios, Happy Marble quiso contar en su portfolio con el Mármol Negro Calatorao y apostó por este clásico material en todas sus propuestas dirigidas a decoradores, arquitectos y proyectistas a nivel internacional.
Una vez canalizadas y establecidas las bases de suministro con la cuenca minera y tras un enorme esfuerzo de promoción e información en el área de prescripción, este material ya supone para la compañía alicantina casi un 30% de su volumen de ventas, solo superado por los materiales Crema Marfil y Blanco Dolomita.
Establecimientos hoteleros en Sudáfrica y España, centros de oficinas en Corea del Sur, establecimientos comerciales, plazas públicas y jardines a lo largo y ancho del territorio nacional son algunos de los ejemplos más relevantes del uso de este material.
En palabras de Enrique Canet, director general de Happy Marble: “nuestra optimización de la calidad en el acabado de este delicado material ha supuesto un incentivo para el mercado a la hora de decantar su implementación en nuevos proyectos”.
Los bloques son mimados desde su carga en cantera: reforzado previo del bloque antes del aserrar, filtrado y reforzado de tablas, resinado epoxi a dos caras y una exhaustiva selección de la calidad del material a suministrar consigue que al mercado llegue un producto que cumple sobradamente las expectativas del proyecto en curso. Los acabados apomazados y pulido representan el grueso de sus ventas, pero es creciente el consumo de abujardados y envejecidos. De la misma manera, la introducción de los acabados flameados y flameados más cepillados han supuesto una nueva oportunidad para añadir nuevos usos a este sugerente material.
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