Crédito y Caución prevé que el sector de la construcción cierre 2017 con un crecimiento de su facturación entre el 4% y el 5%, por encima de la media de la economía española, impulsado por su elevado grado de internacionalización y por el crecimiento en los segmentos de edificación residencial, no residencial y rehabilitación.
A pesar de la importante caída de actividad del sector en el periodo 2008-2014, la construcción mantiene un peso muy relevante en la economía, por encima del 9% del PIB. La mejora de las condiciones del mercado y los precios más competitivos han provocado el interés creciente de nuevos inversores como las sociedades cotizadas anónimas de inversión en el mercado inmobiliario y los fondos de inversión extranjeros, consolidando la tendencia alcista del sector. En este crecimiento queda aparcada la obra civil, aproximadamente un 20% del total del sector, que muestra un claro estancamiento debido a la consolidación fiscal de las administraciones públicas.
A pesar de esta evolución, la principal aseguradora de crédito española advierte de que el sector mantiene un alto grado de morosidad marcado por frecuentes y dilatados retrasos en pagos, así como un elevado período medio de pago que afecta a la gestión del circulante de muchas empresas. Una de las principales debilidades de la construcción y la promoción es su alta dependencia de la financiación bancaria, que genera una elevada sensibilidad del sector a las futuras variaciones de los tipos de interés que podrían incidir en su comportamiento en pagos.