El próximo curso académico de Formación Profesional volverá a contar con el Grado Medio de Excavaciones y Sondeos, enmarcado en la familia profesional de industrias extractivas y que el año pasado puso en marcha la Asociación de Empresas de Áridos de la Comunitat Valenciana (ARIVAL). El plazo de admisión se abre el 24 de mayo y finalizará el 3 de junio.
El 80% de las clases se realizan en una explotación minera. La teoría en el CIPFP Complejo Educativo de Cheste y el resto de las sesiones prácticas se llevarán a cabo en el aula de formación de la empresa Áridos Carasoles, situada en Ribarroja del Turia.
Los alumnos participantes tendrán la oportunidad de realizar prácticas remuneradas enmarcadas en la Formación Profesional Dual, en la explotación minera elegida durante los periodos de junio y julio de 2024 y de marzo a julio de 2025. El objetivo de este curso es capacitar al alumnado para el desempeño de los trabajos más demandados en el sector extractivo, como: operadores para manejo de maquinaria: pala cargadora, retroexcavadora, camión, volquete, operadores de mantenimiento eléctrico y/o mecánico, operador de perforación, operador de trituración y encargado.
La industria de los áridos en la Comunidad Valenciana está representada por 100 explotaciones mineras activas en la actualidad y, durante el año pasado, los valencianos consumimos 13 millones de toneladas de áridos, lo que supone 2,65 toneladas/habitante.
En 2023 el sector facturó alrededor de 110 millones de euros y emplea a casi 4.000 personas, 700 empleos directos y 3.700 indirectos. “Dada la problemática de falta de mano de obra cualificada y la escasez de relevo generacional necesitamos incorporar en los próximos cinco años a más de 100 personas”, señala Custodio Monfort, presidente de la Asociación de Empresas de Áridos de la Comunidad Valenciana (Arival).
La importancia estratégica como suministrador de materias primas, imprescindibles y esenciales, ha hecho que este sector esté cada vez más profesionalizado y por eso tiene una gran demanda de mano de obra cualificada y adaptada a las necesidades de las empresas. El trabajo que se realiza en las explotaciones es cada vez más tecnificado ya que el sector inició hace unos años el camino hacia la transición ecológica y digital. Las empresas que conforman esta actividad tienen una tasa muy baja de rotación y por eso reclaman talento joven y comprometido.