El sector pizarrero de Valdeorras, del que dependen más de 2.000 trabajadores, continua el año con datos dispares fruto de la situación económica mundial. Las exportaciones han bajado, pero aunque los precios de la pizarra han crecido, el beneficio se lo come en gran medida los también elevados costes de producción.
Destaca que en los dos primeros trimestres del año, países como Alemania, Holanda y Bélgica han dejado de comprar pizarra. La reducción de ventas ha sido del 29%, 36% y 28%, respectivamente. Una situación a la que se une Reino Unido con un 7% menos de compra. La buena noticia es que Francia —el primer comprador de pizarra— se ha recuperado y las empresas pizarreras le vendieron un 2% más de toneladas, con un 20% más de facturación. Los países europeos son, desde hace décadas, los principales compradores por tener una larga tradición de colocación de pizarra en las cubiertas.
Esta reducción de las ventas sin embargo no ha tenido su reflejo en la facturación debido al aumento de precio por tonelada, que ha subido un 17 % para situarse en 861 euros de media. Esta situación podría tener una clara influencia en un reducción del volumen de compra derivado también de los costes de producción. Aunque el sector asegura que comienza a normalizarse la situación, no se llega a los niveles anteriores debido al alto precio en energía, combustible y falta de mano de obra.
En total, hasta julio se exportaron desde España 238.878 toneladas de pizarra por valor de 205.967.709 euros —el 60 % desde Galicia y el resto prácticamente todo desde Castilla y León— frente a los 189.666.060 facturados por 254.803 toneladas en el mismo periodo del año pasado.
En los seis primeros meses del 2023 se vendió pizarra a 51 países, repartidos por todo el mundo. El volumen de venta en cada uno de ellos es muy dispar yendo el mayor porcentaje a los países anteriormente citados.
El sector continua tratándose de abrir a nuevos mercados lo que lleva a venta anecdóticas como una tonelada vendida a Bosnia, otra a Bulgaria, Jordania o Túnez. Una situación que lleva a que algunos países no vuelvan a comprar al año siguiente como ocurre en Austria, Azerbaiyán, Brasil, China, Chipre, Egipto, Eslovenia, Etiopia, Hong Kong, India, Indonesia, Irlanda del Norte, Kosovo o Malta, entre otros que no han vuelto a comprar pizarras en los dos primeros trimestres de este año.