La reciente DANA que golpeó la Comunidad Valenciana ha dejado un balance devastador para muchas empresas de la región, entre ellas ESHER S.L. y Mármoles Saugar, quienes valoran las consecuencias de las inundaciones en sus instalaciones y operatividad. Ambas compañías se enfrentan a daños materiales significativos que podrían superar los 400.000 y 500.000 euros, respectivamente.
El agua alcanzó 1,50 metros dentro de la nave
En ESHER S.L., el gerente, Javier Escribá, relata cómo el agua invadió su nave industrial, alcanzando una altura de 1,50 metros y afectando de manera crítica las operaciones de la empresa. «El impacto más significativo se produjo en nuestro camión grande de 14 toneladas, cuyo motor quedó gravemente dañado. Además, otro vehículo ha sido declarado siniestro total».
El desastre no solo afectó a la flota de transporte, sino también a las oficinas, donde todos los equipos informáticos, mobiliario y herramientas quedaron inutilizados. «El revestimiento del suelo de resina epoxi se desprendió en varias zonas, y la puerta principal quedó inservible, dejando el almacén expuesto durante dos semanas. Esto complicó aún más nuestra capacidad de respuesta», añadió Escribá.
Además de los daños materiales, las afectaciones operativas han sido severas. «Los equipos informáticos contenían toda la información administrativa de al menos mes y medio de trabajo. Nos llevó tres semanas restaurar parcialmente las oficinas y poder retomar tareas esenciales como la emisión de facturas», explicó.
Aunque las primeras estimaciones apuntan a pérdidas que rondan los 500.000 euros, Escribá enfatizó que «la evaluación avanza lentamente debido a la alta demanda de servicios en la región, y aún es pronto para una cifra definitiva». La empresa, que actualmente opera a un 30-40% de su capacidad, enfrenta importantes retos logísticos por la falta de transporte operativo.
Daños masivos en MLZ
Marcos Lázaro Dobón, gerente de la empresa de suministros MLZ, ubicada en Algemesí, ha dado a conocer el impacto devastador que la reciente Dana ha tenido sobre su negocio. La catástrofe natural ha causado daños masivos, arrasando con todo lo que se encontraba por debajo de 1,2 metros de altura.
Entre los elementos afectados se encuentran electrodomésticos, herramientas, recambios, mobiliario, paredes, puertas, suelos e incluso los vehículos de trabajo, fundamentales para las operaciones diarias de la empresa.
Según Marcos Lázaro Dobón, aún resulta complicado calcular la magnitud económica total de los daños, especialmente porque los negocios vecinos también han sido severamente afectados. “Está siendo muy complicado recuperar todos los presupuestos de las partes afectadas, pero teniendo en cuenta que se llevó por delante hasta los vehículos, seguramente los daños superen los 150.000 euros, quizá más,” señaló.
La empresa ha iniciado los procesos pertinentes con las aseguradoras, quienes a su vez han trasladado las reclamaciones al Consorcio de Compensación de Seguros. Sin embargo, hasta el momento no han recibido respuesta. “Estamos a la espera de que se pongan en contacto con nosotros. Es un proceso lento y frustrante,” lamentó el gerente.
A pesar de los esfuerzos por reparar los equipos dañados, muchos de ellos están siendo valorados como irrecuperables, lo que obliga a la empresa a considerar la compra de equipos nuevos. La precisión requerida en las operaciones de MLZ hace que las reparaciones no siempre sean una opción viable.
“La empresa ha vuelto a operar, pero no en su totalidad. La pérdida de herramientas y vehículos nos impide trabajar con normalidad. Sin embargo, estamos determinados a salir adelante. No nos queda otra que reinvertir nuestro dinero para recuperar la operatividad al 100%,” explicó Dobón.
A pesar de las pérdidas, Marcos Lázaro Dobón asegura que MLZ continuará prestando servicios y buscando los recursos necesarios para superar esta crisis. El compromiso y la determinación del equipo son un reflejo del espíritu de lucha que caracteriza a los negocios locales que intentan sobreponerse a los efectos de la Dana.
«El nivel del agua llegó a los 2,52 metros»
En Mármoles Saugar, el panorama es igualmente desolador. Su gerente, Miguel Saugar, detalla un inventario extenso de daños que incluye cuadros eléctricos, motores de maquinaria industrial como pulidoras y cortadoras láser, además de vehículos y herramientas portátiles. «El nivel del agua alcanzó los 2,52 metros, dejando inutilizables tanto el equipamiento como el despacho completo y materiales acabados», afirmó.
Entre las pérdidas más significativas se encuentran un torito Toyota, dos cortinas de agua y maquinaria especializada como discos puente y compresores. Según Saugar, los daños podrían superar los 400.000 euros, aunque «la cifra podría ser mayor, ya que seguimos evaluando el estado de algunos equipos».
El impacto también se extiende a la capacidad de recuperación. «Esta semana pasó la perito del Consorcio, pero aún debemos enviar presupuestos de todo. Creemos que apenas podremos recuperar un 30% de las pérdidas», lamentó Saugar.
Proceso de reclamación lento y lleno de incertidumbres
Ambos gerentes coinciden en que los trámites con las aseguradoras y el Consorcio de Compensación de Seguros avanzan con lentitud. «A pesar de que ya pasó un primer perito, el alcance de los daños aún no ha sido determinado completamente», señaló Escribá. En el caso de Saugar, el envío de presupuestos detallados para cada equipo afectado será clave para continuar con la reclamación.
Mientras esperan soluciones, las dos empresas tratan de restablecer sus operaciones de forma parcial, conscientes de que la recuperación completa podría llevar meses. «El golpe ha sido devastador, pero seguimos adelante», concluyen ambos empresarios, poniendo de manifiesto la resiliencia que caracteriza al tejido industrial valenciano.