Expertos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y la Universidad del Miño (Portugal) trabajan en la caracterización y conservación de los miliarios de granito de la antigua Vía Nova romana (Itinerario Antonino A-18), que unía las ciudades de Bracara Augusta (actual Braga, en Portugal), capital del convento bracariense, y Asturica Augusta (Astorga), capital del convento asturicense, a lo largo de unas 210 millas romanas (unos 330 kilómetros).
Los miliarios de granito son columnas de piedra (en este caso, de granito) que los romanos colocaban a lo largo de sus calzadas para marcar las distancias. Funcionaban como los actuales postes kilométricos: indicaban la distancia desde ese punto hasta una ciudad importante del imperio.
Esta vía, construida entre los años 79 y 80 d. C. por el gobernador romano Caius Calpetanus Rantius Quirinalis Velerius Festus, conserva uno de los mayores conjuntos de miliarios de Europa.
En el marco del proyecto de investigación Ramón y Cajal (RyC) liderado por el IGME-CSIC «Heritage Stones» “Caracterización y puesta en valor del patrimonio edificado” y gracias al programa IACOBUS, el jefe de la Unidad de IR-Raman de la Universidad de Santiago de Compostela, Ezequiel Vázquez Fernández y el investigador principal del proyecto RyC antes mencionado, David Martín Freire del IGME, realizaron una estancia científica en Portugal, impartiendo un curso en el Museo Geira, en Terras de Bouro (Portugal), y visitando el tramo de la vía romana donde se conservan varias canteras históricas de los miliarios que se están estudiando.
Durante esos días, en el curso impartido se trataron las aplicaciones de la espectroscopia Raman y técnicas petrográficas y petrofísicas aplicadas a la conservación del patrimonio cultural. Estas técnicas analíticas descritas en el curso se están utilizando para caracterizar el granito con el que se construyeron estos miliarios romanos y para estimar su estado de conservación y durabilidad. Entre ellas se pueden enumerar: la microscopía petrográfica, la espectroscopia Raman, la medida de la velocidad de propagación de ultrasonidos y ensayos hídricos, así como el envejecimiento artificial acelerado que se están llevando a cabo en los laboratorios del IGME-CSIC en Tres Cantos (Madrid).
Estas técnicas están a disposición de la comunidad científica para la realización de estudios arqueológicos, la caracterización de piedras utilizadas en construcción, la localización de canteras históricas y el análisis de contaminantes en el patrimonio cultural, así como cualquier otro tipo de trabajo de investigación relacionado con las piedras utilizadas en el patrimonio construido.