La colaboración entre Faber Iberia y Entresuelos ha comenzado a dar frutos tangibles en los últimos meses con la restauración de algunos de los edificios históricos más emblemáticos del país. El trabajo conjunto se ha centrado en la recuperación de pavimentos y superficies transitables, con resultados que destacan por su respeto al patrimonio y por la eficacia de las soluciones aplicadas.
Faber Iberia, filial encargada de la distribución y divulgación en España de las soluciones químicas desarrolladas por la italiana Faber Chimica, encontró en Entresuelos un socio idóneo. La empresa sevillana, especializada en el tratamiento y recuperación de superficies naturales y artificiales, fue la responsable de acometer uno de los proyectos más exigentes de los últimos años: la restauración de más de 4.000 metros cuadrados de suelos de barro en un edificio histórico que una reconocida cadena hotelera de lujo ha reconvertido en alojamiento.
Recuperar el encanto sin traicionar la esencia
El reto no era menor. Renovar la belleza de superficies centenarias implica caminar sobre una línea muy fina entre la innovación técnica y el respeto al pasado. El objetivo, según los responsables del proyecto, era “renovar el encanto de los suelos de terracota sin traicionar su esencia original”. Esto requería no solo productos de alta calidad, sino también la pericia de técnicos con una dilatada experiencia en restauración patrimonial.
Tras un estudio minucioso y diversas pruebas en superficie, se optó por una combinación de detergentes específicos para suelos de terracota, entre los que destacó el Faber 30, uno de los productos más reconocidos de la marca. Este potente decapante y desengrasante se convirtió en la herramienta clave durante la primera fase del proceso. Su innovadora fórmula permitió eliminar la suciedad acumulada durante décadas, junto con antiguas capas de cera y restos de tratamientos previos. Al finalizar esta etapa, la belleza original de las baldosas de barro quedó nuevamente a la vista.
Una protección duradera con efecto natural
Superada la fase de limpieza, el proyecto se centró en el tratamiento de la superficie. Entresuelos aplicó consolidantes hidrófugos combinados con agentes antimanchas, preparando así el terreno para la aplicación de la cera Hidrofab Matt.
Este producto, seleccionado por sus propiedades de protección duradera, fue decisivo para garantizar la preservación del suelo. Su acabado mate natural permitió proteger las baldosas frente a manchas y al desgaste del tránsito peatonal, sin alterar ni la transpirabilidad del material ni la estética histórica de la terracota. El resultado: un pavimento que mantiene intacta su autenticidad visual y táctil, pero con garantías de funcionalidad y longevidad en el uso actual de los edificios.
La maestría de la restauración artesanal
El éxito de la operación no se debe únicamente a la calidad de los productos empleados, sino también a la maestría del equipo técnico de Entresuelos. Cada aplicación fue realizada con una meticulosa atención al detalle, asegurando estándares de calidad homogéneos en los más de 4.000 m² intervenidos.
La compañía sevillana cuenta con una dilatada experiencia en el sector y ha consolidado su reputación como especialista en devolver vida a superficies históricas, tanto en proyectos públicos como privados.
Innovación al servicio de la tradición
Para Faber, esta colaboración representa mucho más que un caso de éxito. Según la empresa, el diálogo técnico constante con Faber Iberia y con profesionales como Entresuelos les permite perfeccionar sus fórmulas y desarrollar soluciones cada vez más específicas para los retos reales de la restauración.
“Los equipos técnicos de Faber Iberia y Entresuelos trabajaron en estrecha colaboración, analizando cada detalle de las superficies a tratar. El principal desafío era encontrar soluciones que pudieran eliminar la suciedad y los signos del tiempo preservando la integridad histórica de los materiales”, señalaron desde la compañía.
El proyecto demuestra cómo la innovación química puede ponerse al servicio de la tradición arquitectónica, y cómo la unión entre empresas con visiones complementarias es capaz de crear valor para el sector de la restauración patrimonial.
Gracias a esta colaboración, los suelos de terracota centenarios no solo recuperaron su esplendor original, sino que quedaron preparados para resistir el paso del tiempo, preservando la historia mientras cumplen con las exigencias del presente.