Flexbrick SL que nació en 2009, con sede en Barcelona, comercializa un sistema industrializado de láminas cerámicas flexibles para la construcción de revestimientos y estructuras laminadas.
A inicios de 2023 Malpesa vendió sus acciones de Flexbrick a Piera Ecocerámica, que ahora es dueña de la empresa en su totalidad.
Flexbrick prevé facturar este año seis millones de euros, el triple que en 2022. Antes del Covid, la compañía ya iba en línea ascendente y ahora participan en más proyectos –este año calculan tener presencia en más de 30 obras– y cada vez son más internacionales. En 2022, el 65% de su negocio fueron exportaciones. Desde 2018 viven una expansión internacional –han realizado obras en cada uno de los cinco continentes– y hasta cuentan con distribuidoras en otros países, como Shildan en EE UU.
En la actualidad, la firma cuenta con 15 empleados distribuidos en diferentes áreas: dirección, comercial, administración, producción y oficina técnica. Esta última se encarga de estudiar y ejecutar los proyectos de obra y de innovación.
Ahora, están investigando las posibilidades de incluir un captador fotovoltaico en el tejido cerámico Flexbrick. Este es el siguiente reto de la firma catalana: crear energía a partir del sol que reciben sus fachadas. Según Pinardel, el 50%-60% de la financiación de este proyecto proviene de ayudas públicas.