Ikea ha lanzado al mercado sus nuevos paneles de pared Lysekil, un sistema pensado para colocarse entre la encimera y los muebles altos de la cocina que, además de decorar, actúa como protector frente a salpicaduras, grasa y humedad. Se trata de una alternativa sencilla y económica que competirán directamente mármoles, cuarcitas, porcelánicos, superficies cerámicas, y compactos de gran formato.
La gran ventaja de estos paneles es la facilidad de instalación: pueden pegarse directamente sobre la pared existente con un adhesivo adecuado o fijarse con un riel de aluminio que también comercializa Ikea, sin necesidad de obras ni desmontajes. Con medidas de 119,6 x 55 cm y un precio de 39 €, el coste final ronda los 60 €/m², muy por debajo de los materiales convencionales.
En términos estéticos, Ikea ofrece un abanico de acabados que simulan materiales de alta gama, desde mármol blanco, cemento gris, acero inoxidable o cobre cepillado, hasta madera clara. Los paneles son reversibles, lo que permite variar el diseño con el tiempo, y están fabricados en laminado de alta presión, resistente al calor, al agua y a la suciedad. Eso sí, la compañía advierte que no se recomienda instalarlos detrás de placas de gas.
Nuevo competidor para marmolistas y fabricantes de gran formato
El atractivo del precio, la rapidez de instalación y la disponibilidad inmediata en tiendas de Ikea convierten a los paneles Lysekil en una solución de “cambio exprés” de cocina que puede restar cuota a los sectores de piedra natural, porcelánico o superficies sintéticas.
Para los marmolistas, acostumbrados a proyectos de mayor valor añadido en encimeras y frontales, esta alternativa “hazlo tú mismo” representa un desafío: cada panel cubre más de medio metro cuadrado de pared por menos de 40 euros, frente a los costes de fabricación, corte, transporte e instalación de los materiales tradicionales.
El movimiento de Ikea refleja una tendencia creciente en el mercado: productos accesibles, fáciles de instalar y con estética premium que buscan sustituir la reforma integral por soluciones rápidas. Una fórmula que, si gana tracción entre consumidores, podría recortar márgenes en un segmento donde la diferenciación por diseño y durabilidad ha sido hasta ahora la principal ventaja competitiva.
Con una garantía de 25 años y la fuerza de distribución global de Ikea, la pregunta para el sector es clara: ¿están preparados marmolistas, fabricantes de gran formato y tiendas de cocina para competir con un producto que democratiza la renovación de la cocina en una sola tarde?