Mareterra es un nuevo distrito en construcción en Mónaco, diseñado como una extensión de la costa existente desde el Foro Grimaldi hasta el túnel del Gran Premio de Fórmula Uno. Es un proyecto transformador para el Principado en el que participará la empresa Ingepiedra, expertos en consultoría y elaboración de proyectos y obras en piedra natural.
El proyecto Mareterra ha sido concebido por un equipo de diseñadores, arquitectos, ingenieros y ecologistas de talla mundial, como Renzo Piano que trabajan en armonía con su entorno. La empresa española Ingepiedra será la encargada de la construcción de las fachadas e interiorismo de piedra de dos villas exclusivas en Mareterra.
Estas villas, que representan el pináculo del lujo y el refinamiento, contarán con aproximadamente 5.000 m2 de piedra francesa, meticulosamente elaborada en su totalidad en España. La elección de la piedra francesa para este proyecto no es una coincidencia, ya que su distinción y belleza atemporal complementarán a la perfección el entorno costero de Mónaco, creando un ambiente de sofisticación y exclusividad sin igual.
Detrás de la construcción de estas impresionantes fachadas se encuentra el equipo experto de Ingepiedra, cuya dedicación y habilidad en la construcción con piedra natural han sido fundamentales para hacer realidad esta visión de lujo. «Desde la selección cuidadosa de la piedra hasta su elaboración y colocación, cada detalle ha sido cuidadosamente considerado para garantizar un resultado de calidad excepcional», afirman desde la empresa.
La colaboración entre Ingepiedra y Mareterra está dando como resultado un testimonio de excelencia en la arquitectura y la artesanía. Estas villas, concebidas para satisfacer estándares de confort y lujo, se convertirán en el epítome de la vida costera de élite en Mónaco, redefiniendo el concepto de vivienda de lujo en la Riviera Francesa.
El proyecto de las villas de piedra en Mareterra, Mónaco, es un ejemplo perfecto de cómo la colaboración entre la habilidad artesanal y la visión innovadora puede dar vida a obras arquitectónicas que perdurarán en el tiempo.