La Asociación Española de afectados por la enfermedad de la Silicosis (AEPSIS) ha tenido una reunión con 2 diputados de Izquierda Unida, María Jesús Amate y Javier y el delegado de Izquierda Unida por la provincia de Almería,Gabriel Sánchez Martínez y un representante del sindicato Marea, en la que se han tratado la problemática del reconocimiento de la enfermedad profesional de la silicosis de los trabajadores que trabajan o han trabajado en la fabricación y en el elaborado (mecanizado) de los materiales denominados aglomerados de cuarzo.
La Asociación abordó con los diputados de Izquierda Unida algunos de los puntos que ya trató cuando estuvieron reunidos con diputados de Podemos y las asociaciones de afectados por silicosis ANAES (Cádiz) y OSILICE (Porriño, Pontevedra).
El principal objetivo de AEPSIS es conseguir «reconocer como enfermedad profesional, con todos sus derechos, a los diagnosticados con la silicosis simple y/o grado 1, así como más agilidad por la administraciones en detectar la enfermedad a trabajadores con problemas respiratorios que tengan o han tenido su trabajo en contacto con los aglomerados de cuarzo y no desviar la atención a otros tipos de causas: tabaquismo, neumonía, resfriados, etc», comunican desde la Asociación.
Otro de los objetivos es agilizar el protocolo PISA, por parte de los médicos y mutuas, cuando un trabajador de este sector se queja de problemas respiratorios y derivarlo urgentemente al Hospital Comarcal correspondiente.
Desde AEPSIS también se persigue una responsabilidad de las empresas hacia sus trabajadores que tratan con los aglomerados de cuarzo y un mayor control de las Mutuas para detectar la silicosis en grado 1 y no cuando avance a grado 2 o 3.
Los aglomerados de cuarzo son materiales sintéticos, en forma de tableros de más de 3 metros de longitud y un ancho de hasta 1,5 metros con espesores de 12, 20 y 30 mm. Compuestos en su mayor parte de sílice, cristobalita, en diferentes tamaños, llegando a alcanzar en su composición hasta el 92 %. El resto, 8 % al 15%, es una resina termoplástica de naturaleza de poliéster, dándole el colorido mediante pigmentos inorgánicos y orgánicos Su principal aplicación es la encimera de cocina.
Estos materiales en su proceso de fabricación producen mucho polvo de sílice, cuarzo y cristobalita llegando a afectar a los trabajadores que están en la zona de trabajado, y por consiguiente desarrollan la enfermedad de la silicosis. El polvo de cristobalita es el más agresivo y es el que está presente en los colores blancos. Se han detectado casos de silicosis complicada con una exposición a ese polvo en tan solo 3 o 4 años.
En el proceso de mecanizado: corte, pulido, etc. Para realizar las encimeras de cocina en el corte de los tableros, huecos y pulir los cantos también se produce un gran desprendimiento de polvo mencionado: sílice, cuarzo y cristobalita, llegando a afectar a los trabajadores que están en las fábricas de mecanizado y por consiguiente desarrollan la enfermedad de la silicosis.
Este polvo de sílice, cuarzo y cristobalita se introduce en los pulmones como cuchillas en tal magnitud que va cerrando la cavidad pulmonar disminuyendo la capacidad respiratoria del afectado e incluso puede producir su muerte por asfixia.
A pesar de que actualmente se realizan los mecanizados mediante agua, siguen apareciendo afectados por la enfermedad de la silicosis, tanto en las plantas de fabricación como en las fábricas de mecanizado.
«La silicosis es una enfermedad silenciosa que no tiene cura y la cual va avanzando lentamente hasta que el enfermo muere por asfixia, como han podido corroborar dos viudas, de la comarca del Valle del Almanzora que sus maridos han muerto por esta enfermedad, después de haber estado trabajando en una planta de fabricación de estos aglomerados de cuarzo. Han tenido una muerte lenta, de años, hasta que sus pulmones han dejado de funcionar, estando los dos últimos meses de su vida con máquina asistida para respirar en cuidado intensivos del hospital comarcal. Además el reconocimiento de la enfermedad ha sido, para estos enfermos, una lucha contra las administraciones para que se le reconociera la enfermedad de la silicosis. Que cuando se le reconoce puede ser demasiado tarde», reza el comunicado de AEPSIS.
A pesar de éstos impedimentos hay un gran número de afectados y muertes a nivel nacional de trabajadores que han estado en contacto con los aglomerados de cuarzo.
La eliminación del polvo que se genera y una protección adecuada, es la única defensa que existe para combatir esta enfermedad. Los controles de las mutuas y de los empresarios és fundamental para poner los medios adecuados para combatir la misma.
Existen varias variantes de la enfermedad de la Silicosis: simple o complicada o bien: silicosis de grado uno, silicosis de grado dos o silicosis de grado tres (a éste nivel ya no eres autónomo no puedes realizar ningún esfuerzo)
La silicosis que se diagnostica, mayoritariamente es simple o grado uno (inicio de la enfermedad). Pero la enfermedad ya no tiene cura y va avanzando lentamente. Con éste diagnóstico el enfermo no tiene derecho a ninguna incapacidad por prestaciones y lo que se le indica es que no trabaje ambientes con este tipo de polvo o cambie de trabajo, enfermos que llevan más de 10 años en ese puesto de trabajo, se encuentran desamparados de cara al mercado laboral.
El detectar a un enfermo de silicosis, a causa de haber trabajado con los aglomerados de cuarzo es una tarea dificultosa hasta que se le reconoce la misma y no a todos se le reconoce, derivando la enfermedad a causas de neumonía, tabaquismo, un resfriado mal curado, etc.
¿Quieres que te informemos sobre noticias como esta? Suscríbete al boletín semanal . http: // eepurl. com / cPjUUD
¿Quieres recibir noticias del sector Cocinas? Suscríbete al boletín quincenal de Cocinas. http: // eepurl. com / c_zY4D
