La construcción vasca muestra síntomas de estancamiento, así lo ha recogido Ascobi-Bieba, Asociación de Constructores y Promotores de Bizkaia, que ha presentado el Informe ASCOBI 2023 sobre el sector de la construcción y promoción inmobiliaria en Bizkaia y en la Comunidad Autónoma Vasca.
La construcción vasca ha mantenido, en líneas generales, su actividad durante el ejercicio 2023, pero se perciben síntomas de estancamiento propiciados por un descenso del volumen de licitación de obra pública y la atonía en la producción de vivienda nueva que solo se ven compensados parcialmente por el impulso rehabilitador.
La cuantía de la obra pública licitada durante 2023 ha disminuido un 25% en el conjunto del Euskadi y un 36% en Bizkaia con respecto al año 2022, que fue excepcionalmente elevado respecto a ejercicios precedentes. Este retroceso del volumen de obra licitado nos sitúa en los niveles anuales previos a la pandemia de 2020.
El Real Decreto-ley 3/2022 de 2 de marzo de 2022, de medidas excepcionales en materia de revisión de precios en los contratos públicos de obra, aprobado para compensar los incrementos de costes producidos durante 2021 y 2022, decayó a partir de marzo de 2023, habiendo tenido un alcance limitado y parcial.
Menos vivienda nueva
Durante 2023 se ha iniciado la producción de 5.527 viviendas nuevas en el País Vasco, un 3,6% menos que en el ejercicio anterior. En Bizkaia se han iniciado 2.611 viviendas nuevas, cifra similar al ejercicio anterior.
En este ligero descenso de la vivienda iniciada en 2023 respecto al año anterior ha tenido especial incidencia la reducción en la producción de vivienda protegida del 21% en la CAV y del 37% en Bizkaia.
Este ligero descenso del número de viviendas iniciadas durante 2023 acentúa el escenario de baja producción de vivienda nueva que se está manteniendo en Euskadi de modo estructural durante la última década y que, con tasas de producción de apenas dos viviendas por cada mil habitantes y año, no consigue atender la cuantiosa demanda de vivienda nueva, libre y protegida, para la venta y el alquiler, de la sociedad vasca.
Para revertir esta situación, y propiciar una oferta suficiente de vivienda nueva, es necesario, según estima Ascobi-Bieba, que desde las administraciones competentes se impulsen medidas de estímulo de la actividad en el ámbito de la promoción inmobiliaria.
“Los persistentes malos datos de producción de vivienda protegida demuestran que mantener elevados porcentajes de reserva de suelo para vivienda protegida no garantizan una mayor producción de vivienda protegida, especialmente ahora que la administración pública solo produce vivienda para alquiler”, ha afirmado Iñaki Urresti.
“Consideramos necesaria una adecuación y reducción de estos porcentajes de reserva a la realidad actual de cada municipio para propiciar, paradójicamente, una mayor producción de vivienda nueva, libre y protegida”.
Según ha añadido el portavoz de la asociación de constructores y promotores vizcaínos, “Resulta urgente la aprobación por el Gobierno Vasco del decreto de Estándares Urbanísticos, cuya tramitación supera actualmente los tres años, además de adoptar medias de naturaleza administrativa, como las que se refieren a la agilización de la tramitación de los instrumentos de ordenación urbanística y de gestión, especialmente la obtención de licencias y permisos”.
El mercado inmobiliario, tanto el vizcaíno como el vasco, ha disminuido sus operaciones totales de compraventa de vivienda durante 2023. En Bizkaia el descenso total es de un 5,8% y en la CAV de un 4,5% respecto de 2022. La reducción de operaciones se ha acentuado especialmente en el segundo semestre del año, período en el que la reducción total de operaciones en el conjunto de la CAV ha sido de un 17%.
El incremento de los costes de financiación y la reducción de vivienda nueva terminada en el mercado son dos de los factores que han propiciado este cambio de tendencia después de un año anterior de récord en el número de operaciones.
La encuesta sobre la evolución del precio medio de la vivienda en Bizkaia muestra una evolución desigual con el mantenimiento de la tendencia a la subida moderada de los precios medios en la vivienda nueva libre y un significativo retroceso en vivienda usada.
