La empresa italiana Budri, dedicada a la elaboración y transformación de piedra natural ha vuelto a la actividad después del terremoto que sufrió la región en la que está ubicada su sede, Emilia en mayo.
Budiri está instalada ahora en Cavaion Veronese en Verona después de que toda la planta de trabajo fuera destrozada por el terremoto.
Gian Marco Budri, CEO de la compañía dice: «Afortunadamente, todos estamos bien y podamos reanudar las operaciones. Por desgracia, los daños de los locales en Mirandola son irreparables ya se ha completado su demolición. Nosotros decidiremos antes del otoño de qué tipo de fábrica queremos para la reconstrucción.»
La construcción de las nuevas oficinas comenzará en enero del próximo año y esperan volver definitivamente a la Mirandola en la Navidad de 2013.
Reanudar la actividad de la empres a con tanta rapidez ha sido posible gracias a la solidez financiera de la empresa. «Hemos sufrido daños por un total de 6,2 millones de euros (cifra de negocios anual ed. encuentra a unos 8 millones de dólares). Además de los almacenes, hemos perdido la totalidad de las existencias de las losas de piedra. Por suerte, hemos sido capaces de recuperar gran parte de la maquinaria de procesamiento, es cierto parcialmente dañado . Hemos comprado otra nueva planta, pero todo con nuestros propios recursos, ya que, hasta ahora, las instituciones no han proporcionado ninguna ayuda efectiva», afirma el gerente.
«El problema es que cualquier empresa, no sólo la nuestra, es que no puede permanecer en un punto muerto más de 60 días, de lo contrario muere. Por suerte, tenemos la fuerza económica que nos ha permitido ponerse en marcha otra vez por nosotros mismos, pero no todos los otros empresarios están en la misma situación y el acceso al crédito bancario es difícil cuando los edificios -. el tipo de garantía de los bancos exigen – ya no están de pie o no son seguros. »
Gian Marco Budri y su esposa, así como algunos de los 29 empleados de la empresa, están desplazándose a diario desde Mirandola a Cavaion, un ida y vuelta de 240 km cada día. «Te levantas de madrugada y regresas a casa por la noche», dice Budri, «a los empleados que viajan como yo tenemos que pagarles una prima por las molestias, mientras que otros que se trasladaron a Cavaion reciben una contribución en concepto de alquiler de 400 euros al mes. Pero lo importante es estar en marcha otra vez. »
Y, aun en medio de la tragedia, la solidaridad de los colegas es muy gratificante. «Ellos me llamaron y muchos incluso han ofrecido las instalaciones y maquinaria, dice Budri.»