La Escuela del Mármol de Fines tiene previsto reiniciar sus clases a partir del mes de enero una vez que se haya cerrado el plan de estudios que desde la dirección del centro y el SAE se está diseñando, de forma que, según los cálculos iniciales, se pretenden impartir en torno a seis cursos distintos entre los meses de enero y julio.
Así lo ha explicado a Europa Press el director de la escuela, Miguel Morilla, quien ha detallado que para la elaboración de estos planes se va a atender las demandas del sector de mármol, quienes demandan a personas formadas en nuevas tecnologías, en procesos productivos y expertos en gestión comercial en piedra, para lo que se potenciarán también los idiomas.
No obstante, antes de poder iniciar con la oferta formativa, el centro necesita «actualizar» sus equipos y maquinaria, ya que lleva «más de un año y medio parados» y precisan una revisión. Igualmente, tras el traspaso de los consorcios al SAE también es necesario efectuar los correspondientes cambios de titularidad en los servicios de electricidad, agua o telefonía. «Se tiene que actualizar hasta la denominación de la escuela, que seguramente será ‘Centro de Formación Escuela del Mármol», ha apuntado el director, quien ha señalado que hay que solucionar otros detalles antes de pasar a realizar la oferta de cursos, que se realizará a través del propio SAE.
En cualquier caso, el centro espera contar con todos sus trabajadores, que fueron regularizados el pasado 17 de noviembre y, desde entonces, ha comenzado a cobrar su nóminas con cierta normalidad, aunque aún la Junta les adeuda hasta 17 pagas atrasadas de su etapa como consorcio.
Hay que recordar que de los 24 empleados que inicialmente había en el centro, quedan 16 ya que algunos rompieron la relación contractual con la empresa mientras que otros optaron por tomar una excedencia. «Hay todos los supuestos, desde el matrimonio joven con hijos pequeños hasta otros mayores donde solo trabaja uno de los miembros de la familia», ha detallado el director. Durante cerca de un año no pararon de realizar movilizaciones e incluso encierros en el centro para poder cobrar.
