La parroquia de Santiago Apóstol de Ciudad Real, la más antigua de la capital, permanece cerrada desde que en febrero comenzara la reforma para renovar buena parte de sus instalaciones y en busca de una piedra caliza y consenso para su instalación, tras tres décadas sin intervenir el inmueble.
La previsión era que los trabajos duraran mes y medio en los primeros cálculos pero se han ido acumulando los retrasos debido a los análisis arqueológicos y la búsqueda actual de un consenso sobre qué suelo, qué piedra, se debe poner al nuevo solado templo. Así lo explicaron fuentes de la parroquia, del Obispado y el arquitecto de la obra, Francisco Simal, quien dijo que están a la espera de conseguir los permisos y de tramitar toda la documentación para el desarrollo de la obra.
«Sabemos que los plazos se están alargando en contra de la voluntad de todos», dijo Simal, quien recordó que en este momento se desconoce cuándo podrá reabrirse el templo, aunque recuerda que todas las partes no están paradas y están realizando los oportunos informes.
El retraso actual es debido a que el proyecto de la parroquia llevaba piedra puesta pero la Consejería de Cultura no lo vio oportuno. Esto ha motivado que se haya llamado a unos arqueólogos que han realizado un informe y recopilado datos diciendo lo que es oportuno. En este momento cada uno argumenta sus razones y se está a la espera de ver lo que ocurrirá de forma definitiva. Se trata de lograr «la verdadera identidad del templo» dijo Simal.
En este sentido hay que recordar que en los 80 ya hubo una intervención para recuperar el artesonado y eliminar las bóvedas, con esa idea de recuperar la identidad, y toda decisión de importancia se debe sopesar. La piedra que se busca es una piedra caliza, envejecida y natural, «la que se utilizaba en estos templos». El ejemplo más visible se encuentra en la iglesia de San Juan del Hospital, de Valencia, templo de la misma época de Santiago. Para la parroquia tendría sentido ya los arqueólogos no han encontrado barro en el subsuelo, por lo que el primer solado del templo debió ser de ese estilo. Al retraso en este punto de la obra, se suma que también se ha tardado más de lo esperado en colocar la calefacción al tener que trabajar con unas máquinas especiales, lo que lleva a que no se sepa cuándo se producirá la reapertura.