En un importante hito para la geología y la cultura de Portugal y Brasil, la Piedra Caliza Lioz ha sido oficialmente reconocida como Roca Patrimonio de la Humanidad por el Subcomité de Patrimonio Geológico de la IUGS (Unión Internacional de Ciencias Geológicas), en colaboración con la UNESCO. Este anuncio marca el punto culminante de una larga trayectoria que comenzó en 2017 y celebra la riqueza geológica y cultural de estos dos países.
El proceso de reconocimiento se inició en 2017 con la presentación de una propuesta fundamentada en el trabajo titulado «Lioz – una piedra real en Portugal y una piedra monumental en el Brasil colonial», elaborado por el profesor Zenaide C. G. Silva y publicado en la revista científica GEO Heritage de Springer en noviembre de ese mismo año. Este trabajo fue un testimonio del valor excepcional de la Piedra Caliza Lioz en la construcción de monumentos y edificaciones históricas en Portugal y Brasil.
El subcomité de Patrimonio Geológico de la IUGS evaluó cuidadosamente la propuesta y, en 2018, anunció oficialmente su aceptación de la Piedra Caliza Lioz como Roca Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, el proceso de homologación y certificación por parte de la IUGS tomó varios años y, finalmente, en el año 2023, se ha completado, otorgando a la Piedra Caliza Lioz su estatus oficial como un tesoro geológico y cultural de la humanidad.
Este reconocimiento no solo destaca la excepcional calidad de la Piedra Caliza Lioz como material de construcción, sino que también rinde homenaje a su papel en la formación de la identidad y la historia de Portugal y Brasil. A lo largo de los siglos, esta piedra ha esculpido monumentos emblemáticos y ha dejado una huella indeleble en la arquitectura y el patrimonio cultural de ambos países.
La declaración de la Piedra Caliza LIOZ como Roca Patrimonio de la Humanidad es un logro que resalta la importancia de preservar y celebrar el patrimonio geológico y cultural. Es un tributo merecido a una piedra que, a lo largo de la historia, ha sido fundamental en la construcción de la identidad y la herencia de Portugal y Brasil, y que ahora se une al selecto grupo de tesoros naturales que son considerados patrimonio de toda la humanidad.