La producción soriana de roca ornamental cae un 46% situándose en 299.392 euros según recoge estadística del Ministerio de Industria, Energía y Turismo de la provincia. En la actualidad solo existen cinco canteras de piedra natural operativas.
Para los minerales no áridos, el Servicio de Industria contabiliza un total de 19 autorizaciones o concesiones mineras del tipo C. La mayoría de ellas están activas (14); además, hay tres inactivas y dos en restauración. Es en esta sección donde se enmarca la concesión minera de Borobia, la explotación de mayor tamaño que hay en Soria. Arcos de Jalón (arcillas especiales), Aldehuela de Periáñez (arenisca), Espejón (mármol), Fuencaliente del Burgo (carbonato cálcico) y Cabrejas del Pinar y Villaciervos (arenas) son algunos de los municipios con tradición que han tenido concesiones mineras y en muchos casos la mantienen.
El sector de la minería da empleo en la provincia a 121 personas. A excepción de un caso, con una plantilla de diez trabajadores, el resto de explotaciones se mueve en una orquilla de entre uno y nueve empleados, según los datos del Ministerio de Industria correspondientes a 2014. Las canteras de arena y grava; las de caliza y las de caliza ornamental son las que más mano de obra tienen. Por ese orden, en ellas trabajan 51, 35 y 13 operarios, respectivamente.
Soria está entre las provincias de la Comunidad con menos explotaciones. Sólo le supera Ávila, con 21 explotaciones aunque el valor de su producción es más del doble, 9,2 millones de euros. Comparte penúltimo lugar con Palencia, si bien esa provincia supera los 11 millones de euros en producción vendible.
Arena silícea, arena, grava, arenisca ornamental, caliza -ornamental y de otros usos- y sal. Estas son las sustancias de más peso en el sector minero de la provincia de Soria, cuya producción se traduce en 3,8 millones de euros. Este montante económico está muy lejos del que arrojaba la producción minera antes de la crisis, cuando la cifra pasó de los siete millones alcanzados en 2007, y tampoco llega a los registrados a mediados de la recesión, con los casi seis millones de euros en 2011.