La radiología llega al sector de la piedra natural y en concreto a la extracción de bloques en canteras, de la mano de un proyecto liderado por empresas italianas que trabajan en un robot que hace radiografías de la pared de las canteras para detectar grietas o roturas y hacer más eficientes las producciones.
El promotor del proyecto es el propietario de la empresa italiana Graniti Marmi Colorati (GMC) de Carrara, Ernesto Grassi, que lleva dedicándose a la extracción de mármol más de 40 años. La motivación fue la incertidumbre que genera la extracción de bloques y la imprevisibilidad de las fracturas que puede presentar el material. Así, ha capitaneado este proyecto de desarrollo de un robot junto con otras cinco empresas de la Toscana que está en fase de prototipo. Esta nueva máquina realiza una radiografía de la pared de la cantera para indicar la presencia de grietas en el mármol a una profundidad de 20 metros.
El resto de empresas integrantes en el proyecto son Dazzini que se ocupa de las excavaciones, Sintecnica di Cecina (civil, estructural, geotécnica y ambiental), y el Centro de Investigación «Enrico Piaggio» de la Universidad de Pisa, especializados en bioingeniería y robótica.
El prototipo ha sido presentado en Polo Navacchio y es un brazo biorobótico que alcanza una altura de seis metros equipado con georadar, capaz de escanear la pared y definir en detalle la calidad del mármol. El proyecto, que ha supuesto un inversión de un millón de euros, finalizará el 27 de marzo, plazo en el que se va a llevar a cabo la última inspección y pruebas para pasar a la fase de patente y poder comenzar a comercializarse.
El nuevo robot radiólogo espera ser una revolución en el sector y reducir los costes generados por los residuos y el manejo de los bloques. Grassi explica la importancia de poder contar con este robot en el caso de la explotación de canteras subterráneas con baja visibilidad y con materiales muy caros. Por ejemplo, el Nero Portoro con vetas de oro que se extrae en Portovenere y que puede costar hasta 8.000 euros la tonelada, la explotación se realiza prácticamente en la oscuridad lo que genera mucho desperdicio de material. Este robot va a ser clave en las extracciones subterráneas con materiales de alto nivel y con dificultades especiales de explotación.