En el corazón de Nueva York existen lugares secretos donde es posible refugiarse del caos de la metrópoli. Ese es el caso de esta piscina para la que se eligió Lapitec. Oculta en el sótano de uno de los edificios más prestigiosos de Manhattan, donde se ha creado un espacio armonioso en el cual detener el tiempo y recargar las energías.
El proyecto se compone de líneas esenciales y geometrías puras, acentuadas por la iluminación artificial e interrumpido por el efecto de la lámina de agua y el revestimiento de madera de las paredes, que crean un contraste nítido con las tablas de Lapitec en tono Bianco Polare.
De hecho, prácticamente todas las superficies son de piedra sinterizada en diferentes texturas y formatos, que ponen de manifiesto sus cualidades estéticas y sus destacadas características técnicas. Las tablas de gran formato de Lapitec Bianco Polare en acabado Vesuvio definen el panelado de madera que circunda la larga piscina rectangular y da la vuelta por las paredes; por su parte, unas piezas rectangulares de pequeñas dimensiones recubren el basamento de las columnas y la zona de la ducha, para la cual Lapitec también ha fabricado el plato siguiendo el diseño. Así como para la envolvente de la piscina se ha utilizado el acabado Satin Lapitec, para el revestimiento de las escaleras que conducen a la planta superior se ha recurrido a la versión brillante Lux, consiguiendo un efecto de gran luminosidad.
También en contacto con el agua, e incluso sumergido, Lapitec demuestra sus mejores prestaciones: gracias a su composición, que consigue una superficie sin poros, el material no absorbe líquidos, no se enmohece y es antideslizante y fácil de limpiar. Asimismo, Lapitec es resistente a los daños superficiales como arañazos, abrasiones o alteraciones cromáticas debidas al tiempo y al uso intensivo, propiedades fundamentales para un espacio público como una piscina.