A la empresa canadiense Fairmont Resources Inc. se le acaba el plazo para la compra de Grabasa. Después de haber obtenido un aplazamiento por parte del juzgado mercantil número uno de Badajoz para completar el pago para la adquisición, mañana 22 de febrero es el último día para efectuar la compra.
Tras presentar el proyecto de compraventa, la firma canadiense depositó el pasado mes de junio en el juzgado de lo Mercantil de Badajoz 150.000 euros como garantía de compra, sin embargo, la adquisición continúa sin hacerse efectiva. La empresa ha pedido prorrogar el plazo de pago dado hasta en tres ocasiones y la juez ha ido concediéndole más tiempo.
En declaraciones en exclusiva a Focus Piedra, el CEO de Fairmont Resources, Michael A. Dehn ha señalado: «Puedo decir que estamos trabajando con Markus Balke de Balke and Partners de Alemania para desarrollar un plan de ventas y marketing a nivel internacional con el objetivo de poner en marcha la planta de Grabasa e incluyendo la optimización del equipamiento y Y también buscando algunas innovaciones en el desarrollo de productos a partir de los granitos encontrados en Badajoz, España y las comunidades circundantes.».
Tras ese primer ingreso en junio, la multinacional contaba con un plazo de tres meses para ingresar el resto del dinero pendiente, más de 2,5 millones de euros. La firma, que preside Michael Dehn, aseguró entonces que tenía problemas para lograr financiación ante el panorama de incertidumbre político nacional –entonces se hablaba de la posibilidad de unas terceras elecciones nacionales– e internacional tras el Brexit en Reino Unido.
Con este argumento, la empresa solicitó una primera prórroga para depositar el dinero y cerrar la adquisición. La juez se la concedió y le dio dos meses más, hasta octubre, «en aras del interés del concurso». Transcurridos esos dos meses, el juzgado fijó una nueva fecha para culminar la operación: el 31 de diciembre. La multinacional aseguró entonces que había estado a punto en varias ocasiones de reunir todo el dinero necesario «pero los inversores se han echado atrás a última hora», dijo, aún así insistió en que tenía a la vista varios inversores interesados. Sin embargo, tampoco llegó el dinero antes del 31 de diciembre y la empresa volvió a pedir un nuevo aplazamiento. Se le concedió la tercera prórroga: hasta el 22 de febrero.