El estudio de arquitectura jerezano Pérez de Eulate ha sido el encargado de diseñar el proyecto del Tanatorio Santa Isabel,el segundo de Jerez, que contempla la construcción de un edificio de unos 2.500 metros cuadrados útiles repartidos en dos plantas y sótano sobre una parcela calificada como urbana en el PGOU, situada justo en frente del cementerio de Nuestra Señora de la Merced y en la que tiene su sede actualmente Mármoles Márquez, empresa que forma parte de Grupo Orizontia, compañía española especializada en la construcción de camposantos.
Según ha informado el Diario de Jerez, este proyecto, en la que se invertirán más de tres millones de euros, surge de la alianza entre esta empresa jerezana con más de cincuenta años de historia y líder en el sector de la lápida, y Mémora, unas de las firmas más importantes de las pompas fúnebres del país, a fin de ampliar la oferta de servicios funerarios existente en la ciudad. El objetivo de los promotores de esta iniciativa privada es comenzar a la mayor brevedad posible las obras, que tienen un plazo de ejecución estimado de doce meses, con lo que Tanatorio Santa Isabel podría estar en funcionamiento a finales de verano de 2020.
Según la información a la que ha tenido acceso el Diario de Jerez, el edificio contará con entre cinco y seis modernas salas para duelos perfectamente equipadas, así como diferentes servicios funerarios complementarios, como la exposición de lápidas y flores. El equipamiento dispondrá igualmente de cafetería y aparcamiento subterráneo para mejorar el acceso de los familiares y allegados. El tanatorio no tendrá, en principio, horno crematorio, aunque no se descarta su incorporación en un futuro. La previsión es que esté terminado en un año.
Las negociaciones para la construcción del nuevo equipamiento funerario comenzaron hará cuestión de dos años y el proyecto, tras la pertinente tramitación urbanística, recibió finalmente el visto bueno en la última sesión de la junta de gobierno local, celebrada a finales de mayo.
Mármoles Márquez da el salto así a la gestión de otros servicios funerarios, si bien mantendrá el negocio de las lápidas en un nuevo emplazamiento. Por su parte, el Grupo Mémora se estrena en Jerez, que considera un punto estratégico para el desarrollo de su actividad, centrada en la prestación de servicios funerarios y en la gestión de tanatorios, crematorios y cementerios en España y Portugal. La compañía propiedad del fondo de pensiones canadiense Ontario Teachers’, está presente en una veintena de provincias de la Península, entre ellas Cádiz, donde gestiona el Tanatorio de Nuestra Señora del Rosario y el de San Fernando.
Según los datos publicados por la firma, Mémora alcanza una facturación de más de 150 millones de euros, cuenta con 1.200 empleados en plantilla y realiza más de 46.000 servicios anuales en los 125 tanatorios y 23 cementerios que explota en la actualidad.