El sector de la cerámica en Castellón se encuentra inmerso en un conflicto laboral que amenaza con paralizar la actividad en la región. Los días 28 de febrero y 1 de marzo, los sindicatos convocan a una protesta en respuesta a la falta de entendimiento en las negociaciones para el nuevo convenio colectivo.
La principal disputa gira en torno a las demandas salariales. Los sindicatos, representados por UGT FICA PV y CCOO del Hábitat PV, exigen un aumento acumulado del 10% para el trienio 2023-2025, en línea con el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) a nivel estatal. Sin embargo, la patronal, representada por Ascer, propone una subida del 6%, generando un punto muerto en las conversaciones.
El intento de mediación ante el Tribunal de Arbitraje Laboral resultó infructuoso, según informó Ascer. En un comunicado, la patronal lamentó la falta de acuerdo y destacó que, a pesar de la compleja situación del sector, presentaron una oferta a tres años en octubre pasado, la cual fue rechazada por la parte sindical.
Asimismo, Ascer resaltó la incertidumbre generada por la intención del Gobierno de España de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Hasta la fecha, no se han concretado los detalles de esta medida ni cómo podría afectar a las condiciones de los convenios en proceso de negociación.
La tensión llega a su punto álgido con la convocatoria de dos jornadas de huelga y una jornada de protesta a las puertas de la feria Cevisama el martes 27 de febrero. Este último acto busca visibilizar las demandas de los trabajadores ante la falta de avances en las negociaciones.
La incertidumbre y la tensión previas a las jornadas de protesta han generado preocupación en el sector cerámico de Castellón. La comunidad empresarial, así como los trabajadores, esperan una pronta resolución para evitar consecuencias negativas en la producción y el empleo en la región.