Una pirámide de mármol blanco de ocho metros de altura albergará en la esquina noroeste del antiguo cementerio de San Rafael los restos de 2.800 fusilados en este lugar tras la Guerra Civil.
El proyecto será realizado por el Ayuntamiento con independencia de la actuación para convertir el camposanto en un parque urbano, según explicó ayer el alcalde, Francisco de la Torre, quien firmó un acuerdo con la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga para aportar 80.000 euros de los 220.000 que cuesta la pirámide. El resto procede de subvenciones del Gobierno central (100.000 euros) y de la Junta de Andalucía (40.000 euros).
Según indicó De la Torre, las obras podrían iniciarse a final de año para concluir en unos ocho o nueve meses. Para poder acceder al monumento funerario se habilitará un camino provisional desde la entrada principal del cementerio. El coste de la actuación para convertirlo en parque, unos seis millones de euros, está siendo revisado a la baja por la Gerencia de Urbanismo. El alcalde dijo que su intención es que pueda ser financiado con fondos europeos que maneja la Consejería de Fomento.