La dirección provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social de Bizkaia ha reconocido una incapacidad permanente absoluta por enfermedad profesional por exposición al amianto a un trabajador ya jubilado de una marmolería de vizcaína.
Según ha informado CCOO, el operario estuvo trabajando en la citada empresa desde 1972 hasta el año 2000. En este tiempo, el trabajador también estuvo expuesto a polvo de sílice, derivado de las operaciones de pulido y corte de encimeras de mármol, granito y aglomerado de cuarzo.
El trabajador tiene diagnosticada una patología pulmonar que consiste en una asbestosis por exposición al amianto, así como neumoconiosis por exposición a otras fibras minerales. Si bien en un principio en el puesto de trabajo no existían medidas de protección colectiva que extrajesen el polvo de sílice del entorno laboral, en 1974 se incorporó al taller un extractor dotado de mangueras flexibles que recogían el polvo de sílice.
La exposición al amianto deriva de que dichas mangueras se encontraban revestidas de amianto, y tenían que ser frecuentemente sacudidas por los trabajadores del taller para vaciarlas completamente del polvo que quedaba acumulado en las mismas.
CCOO ha alertado sobre el riesgo que puede existir por exposición al amianto en este tipo de mangueras revestidas de este material y que en el presente caso formaban parte de los extractores de polvo de sílice, siendo por ello un complemento de las medidas de protección colectivas destinadas a mitigar la exposición a otro contaminante.
El responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi, Alfonso Ríos, considera «novedoso y un precedente muy alarmante» el de este caso, puesto que en el sector de las marmolerías, «donde es muy habitual que existan casos de silicosis por exposición a polvo de sílice, no son habituales las enfermedades profesionales por exposición al amianto».
«El presente caso es algo que evidencia lo que en otras ocasiones ha denunciado el sindicato, como es el hecho de que el amianto estaba en todas partes, y que también era habitual encontrarlo incluso en equipos de protección individual, como podían ser los guantes y los mandiles de protección que existían en las fundiciones y en la industria siderúrgica», ha concluido Ríos.
