El Concello de O Barco de Valdeorras dispone de 2,2 millones de euros de superávit según el balance de cuentas de 2017 que le permiten asignar 1.033.165 euros al capítulo inversor previsto para el presente ejercicio.
Lo anunció el alcalde, Alfredo García Rodríguez, a los grupos de la oposición informando también de que las obras proyectadas no agotan el total porque más de 350.000 euros ya fueron gastados: 200.000 en el pago de facturas atrasadas y 150.000 en la aportación municipal al pabellón del colegio Julio Gurriarán.
Las inversiones previstas para 2018 no se limitan al millón de euros del superávit. El alcalde presentó el presupuesto del ejercicio actual, cuyo total es de 8.919.682 euros, superior a los 8.582.393 de 2017, gracias a la regularización catastral. Las cuentas del año también incluyen un capítulo de obras que suma 225.360 euros y, además, hay otro total de 337.847 euros en proyectos que no aparecen ni en las partidas presupuestarias, ni en la del superávit. La suma de estas tres cantidades ofrece un resultado de 1.596.372 euros asignados a actuaciones de mejora en el Concello.
«Hay obras en todas partes», explicó el alcalde, Alfredo García. Dijo que las partidas cargadas al superávit forman parte del plan inversor programado para el trienio 2017-2019 y que, actualmente, los proyectos incluidos están ejecutados en un 53 %. Añadió que, excluyendo la construcción de un nuevo depósito de abastecimiento y la segunda fase de la rehabilitación de O Castro, al finalizar el año serán realidad más del 75 % de los proyectos. «El plan era realista», afirmó el regidor barquense.
Son 27 las partidas que financiará el superávit e incluyen desde la reparación de las cubiertas del Edificio Multiusos y del Teatro Lauro Olmo o el ensanche de una calle y la construcción de una plaza en Viloira hasta la mejora del Camiño de Inverno a su paso por Éntoma, la puesta en valor del molino de Tremiñá, la instalación de una nueva estación reemisora de televisión en Vilariño o la ampliación de la Escola Infantil.
La potenciación del casco antiguo de la villa también aparece en los números del superávit. «Se notó el interés por rehabilitar las casas y está cogiendo un aspecto espléndido. Desde el Concello, animamos a los vecinos a que sigan mejorándolo», dijo el alcalde. Las arcas municipales aportarán su granito de arena en esta renovación del barrio histórico promoviendo el arreglo de la Praza das Airas y corrigiendo las fugas de la red de saneamiento.
El regidor también se refirió al presupuesto de 2018, que además de los citados 225.360 euros de inversiones, asigna otros 206.000 euros a la regularización de la plantilla de trabajadoras de ayuda a domicilio, colectivo que forman un total de 24 empleadas. «Regularizamos de forma definitiva a las trabajadoras de Servizos Sociais», dijo el alcalde.
Fuente: La Región
