El Colegio de Arquitectos de Arquitectos ha presentado diferentes alegaciones al PGO gijonés entre las que está la admisión de chapados en piedra natural para el revestimiento de fachadas.
Los profesionales de la arquitectura han hecho un alegato a favor de un urbanismo más moderno que afectaría sobre todo a los núcleos rurales, alejado de «recetas acartonadas» que permita, entre otras cosas, aplicar los criterios de eficiencia energética necesarios y que ahora encuentran sus trabas para desarrollarse en Gijón.
Los profesionales quieren para los núcleos rurales nuevas fórmulas que superen las antiguas directrices, con la imposición de condiciones estéticas únicas para todos los núcleos con unas prohibiciones «obsoletas, con un grado de conservacionismo que no se corresponde con las preexistencias de los núcleos rurales», argumentan los arquitectos.
Entre las demandas de los arquitectos figuran también la admisión de los chapados de piedra natural como revestimiento de las fachadas «siempre que no se realicen con aparejo irregular», esto es, siempre que presenten aspecto de sillares y no de piedras colocadas de forma aleatoria. También reclaman que se permitan los revestimientos para fachadas ventiladas «tanto de piedra natural como cerámicas, composite, paneles de resinas o cualquier otro material, prohibiendo siempre la imitación».
Uno de los principales caballos de batalla de los profesionales de la arquitectura es el de la «irracional prohibición absoluta» de la cubierta plana, una solución constructiva que los arquitectos consideran como herramienta integradora a la hora de añadir construcciones auxiliares a las viviendas, así como generar terrazas superiores que mejoren las condiciones de habitabilidad .
Y del mismo modo, los arquitectos exigen que se permita cualquier tipo de carpintería en cualquier color, toda vez que hasta ahora estaba prohibido el uso de carpintería en colores claros y en PVC. Los profesionales reclaman en cambio que se prohíban las imitaciones a otros materiales y la división falsa de vidrios en el interior de las cámaras de los mismos con el fin de mantener un aspecto tradicional.
Otra de las principales demandas recogida en las alegaciones es la que se refiere a la libertad de dimensiones en los huecos «de manera que se puedan ajustar a las necesidades de ganancias y pérdidas energéticas que regulan las normas de eficiencia», amén de que las nuevas viviendas, aunque estén situadas en núcleos rurales, deben satisfacer las necesidades de «calidad visual y espacial» sin «ninguna restricción artificial que impida darles cumplimiento».