La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) celebró su tradicional encuentro anual con medios de comunicación, donde dio a conocer las previsiones de cierre para 2024 y detalló las prioridades estratégicas de cara a 2025. El evento contó con la participación del presidente Vicente Nomdedeu, los vicepresidentes Ismael García Peris y Miguel Nicolás, y el secretario general Alberto Echavarría.
ASCER anticipa que el sector cerrará el año con una facturación total de aproximadamente 4.804 millones de euros, lo que representa una leve contracción del -1% al -3%. Este descenso se debe principalmente a una caída en las exportaciones, que se estima oscilarán entre el -3% y el -5% (unos 3.454 millones de euros). En contraste, el mercado doméstico muestra un crecimiento del 2% al 4%, alcanzando los 1.350 millones de euros, mientras que la producción se mantendría estable o con una ligera reducción del 0% al -3%, situándose en 390 millones de m².
Durante el encuentro, se puso de manifiesto la importancia del sector cerámico para la economía española, especialmente en la provincia de Castellón y la Comunitat Valenciana. Según el estudio elaborado por ASCER junto a PwC, titulado Impacto económico del sector cerámico y su relevancia para la provincia de Castellón, esta industria es clave para el empleo y la aportación al PIB regional y nacional.
La asociación subrayó su compromiso con la promoción internacional, la sostenibilidad, la innovación y la competitividad como pilares fundamentales para consolidar el liderazgo del sector. Sin embargo, ASCER advirtió sobre los grandes retos que enfrenta la industria, como los altos costes energéticos y unas metas de descarbonización que no se alinean con las capacidades actuales del sector. Además, señaló la desventaja competitiva frente a países extracomunitarios con estándares laborales, medioambientales y normativos menos estrictos, lo que supone una amenaza significativa para la competitividad del producto cerámico español.
Llamada a la acción
La asociación destacó la necesidad de un marco de apoyo sólido y ágil por parte de las administraciones públicas. Entre las principales demandas, ASCER abogó por mecanismos específicos que faciliten la descarbonización, evitando trabas burocráticas, y por políticas de reindustrialización que fortalezcan la posición de España y Europa en la economía global. También insistió en la importancia de un estatuto para industrias gasintensivas que apoye la transición energética y fomente la competitividad. Finalmente, se hizo un llamado a reforzar la colaboración público-privada como vía para superar los desafíos actuales y garantizar el futuro de esta industria estratégica.