La Sociedad Británica de Higiene Ocupacional (BOHS), una organización benéfica científica enfocada en la protección de la salud en el lugar de trabajo, está instando a la implementación inmediata de medidas para prevenir nuevos casos de una enfermedad pulmonar mortal recientemente informada por primera vez en el Reino Unido.
La enfermedad en cuestión es la silicosis, una afección pulmonar incurable causada por la inhalación de pequeñas partículas cristalinas de sílice, un mineral presente en la piedra. En los últimos años, se ha observado un aumento en los casos entre trabajadores jóvenes que manipulan encimeras de piedra artificial, comúnmente utilizadas en renovaciones de cocinas. El riesgo surge durante actividades como el corte, el acabado y la demolición de estas superficies, cuando el polvo de sílice no se controla adecuadamente.
La preocupación por la silicosis ha llevado a la prohibición total de la piedra artificial en Australia y a medidas regulatorias de emergencia en Estados Unidos. En el Reino Unido, el Hospital Royal Brompton ha confirmado al menos tres casos, a pesar de las declaraciones previas de un ministro gubernamental negando la existencia de tales casos en el país.
BOHS, que ofrece asesoramiento científico gratuito sobre control de exposición en el lugar de trabajo, ha liderado la campaña global Breathe Freely para abordar los riesgos de construcción, incluida la exposición a la sílice cristalina respirable. La organización enfatiza la importancia de controles efectivos, como la supresión del polvo con agua, para prevenir la enfermedad.
El presidente de BOHS, Alex Wilson, advierte sobre la posibilidad de más casos no detectados y destaca la dificultad en el diagnóstico preciso de la silicosis. Recomienda la vigilancia médica adecuada y la implementación de controles de polvo adecuados en la industria de la piedra artificial.
El director ejecutivo de BOHS, el profesor Kevin Bampton, señala los esfuerzos de la sociedad para fortalecer la orientación regulatoria y respaldar iniciativas legislativas que protejan a los trabajadores. Destaca que la educación, los controles en el lugar de trabajo y la conciencia de los riesgos son fundamentales para prevenir la enfermedad.
En 2020, el uso de cuarzos aumentó un 75% según datos de la industria. El Reino Unido alberga la fábrica de compactos más grande de Europa, en Scunthorpe, y emplea a unas 350 personas.