El Ministerio de Interior y la dirección general de la Policía recomendaron las pasadas Navidades a raíz del atropello masivo en una feria navideña de Berlín y en Niza en julio del 2016 instalar medidas de protección física como bolardos que impidieran ataques similares. La medida estaba dirigida a evitar actos terroristas durante los eventos multitudinarios.
Las Ramblas de Barcelona carecían de ningún tipo de protección de este tipo.
Analizamos el amplio abanico de soluciones en piedra natural con las que cuenta el mercado, encaminadas al bloqueo, protección y decoración de las calles y áreas peatonales.
Los bolardos, cuya misión es la restricción del paso y la protección de determinadas zonas en espacios públicos, son viejos conocidos por las administraciones locales. Son muchos los Ayuntamientos que durante años han utilizado esta solución para evitar principalmente el aparcamiento en zonas concretas. Sin embargo, el abanico de soluciones para esta misma finalidad es enorme y ahora parece una medida al menos razonable, para mejorar la seguridad en zonas de alto tránsito y susceptibles de sufrir un atentado.
El tradicional bolardo de piedra natural ha evolucionado no solo en diseño sino también en cuanto a funcionalidad. Así, la protección de zonas de acceso con este tipo de elementos, que tenían una función meramente disuasoria, en los últimos años han evolucionado buscando también desempeña una función estética o de utilidad pública. Ya existen en el mercado bolardos que además cumplen la función de iluminación de las calles. Además, las jardineras y los bancos de piedra natural están ejerciendo en muchas calles esta función.
Nicolás Tena, gerente de la empresa Granitos Tena, que lleva más de 30 años elaborando bolardos, explica cómo los Ayuntamientos cada vez más apuestan por elementos decorativos que cumplan también la función de protección de las aceras.
“La principal ventaja del bolardo de piedra natural, así como de las jardineras o los bancos es que no requieren ninguna instalación, basta con dejarlos caer en el lugar en el que quieren colocarse”.
Pero una de las más interesantes virtudes del mobiliario urbano tanto decorativo como de protección en piedra natural es que no exige ningún tipo de mantenimiento. Tal y como señala el responsable de Granitos Tena: “en cuanto a mantenimiento, el granito no tienen competencia porque en el caso de los bancos tanto de madera como de forjado necesitan pintarse pasado un tiempo”.
En cuanto al diseño, no existen límites. Los diseños pueden y personalizarse de acuerdo a las inquietudes del cliente. Así, podemos encontrar esferas, bolardos cuadrados, verticales, jardineras cuadradas, rectangulares, con grabados y un largo etcétera.
Por otra parte, empresas como Granitos Tena, no exigen un pedido mínimo de unidades de este tipo de elementos.
Precios
El precio de los bolardos de piedra natural, las jardineras o los bancos varía principalmente en función del tamaño de los mismos. Así, una jardinera maciza de granito de 2,50 cm por 1 metros puede tener un precio de entre 1.000 y 2.000 euros, aunque puede haber opciones en otros tamaños desde 600 euros.
Los bancos de piedra natural con molduras a ambos lados y unas medidas de 2,80 x 1,50 pueden adquirirse a partir de unos 2.800 euros. En el caso de los bancos de piedra natural y especialmente los de granito, que es el material más utilizado para mobiliario urbano, pueden pesar unos 1.500 kilos lo que les convierte en una apuesta segura para el bloqueo.
El Ayuntamiento de Madrid ya está colocando maceteros y bolardos en calles céntricas de la capital tras los atentados yihadistas perpetrados en Cataluña, una medida de seguridad que ya se ha tomado en otras ocasiones cuando Madrid ha acogido eventos multitudinarios.
