Casa Decor 2021 se celebrará, del 13 de mayo al 27 de junio, en la Casa de Tomás Allende (Plaza de Canalejas 3, Madrid), una muestra del estilo arquitectónico regionalista, proyectado por el arquitecto cántabro Leonardo Rucabado y construido entre 1916 y 1920.
Sus 5000 m2 se distribuyen en bajo, seis pisos y sótano. Cada planta cuenta con dos alas, que albergarán un total de 61 espacios, con fachadas a la Plaza Canalejas y a la Carrera de San Jerónimo.
Nada más traspasar la puerta de entrada, encontramos un amplio vestíbulo con todo el encanto y la elegancia de antaño. Aquí nuestros ojos se van a las paredes, decoradas con un zócalo de mármol rosa y una hilera de figuras históricas en bronce, entre las cuales se reconocen los retratos de Colón, Cervantes, Isabel de Castilla o Fernando de Aragón. Pero eso no es todo: a ambos lados, dos escudos imperiales y sendas farolas de bronce sobre un pedestal de mármol abren paso hacia las escaleras.
Escalera principal y ascensor
En línea con la estética y los materiales del vestíbulo, el mismo mármol blanco que cubre el suelo se eligió para revestir el zócalo que recorre las paredes y que, en este caso, sigue el juego de los peldaños. Se decoró con tachuelas de bronce en forma de flor y la parte superior de las paredes se trató con un delicado esgrafiado que simula la textura del encaje. En este espacio, destaca también el soberbio ascensor de hierro fundido.
Espacios señoriales
La mayoría de los interiores de La Casa de Tomás Allende destacan por la gran altura de los techos, sus elegantes escayolas y suelos de pino melis que, si bien permanecieron ocultos durante años por «sintasol», vuelven a ver la luz para aportar un plus de estilo y elegancia a los proyectos de diseñadores e interioristas.
Carpintería y vidrieras
Otro valor de los interiores son las puertas y ventanas con persianas y cajones de madera que se conservan en perfecto estado. En acabado natural o lacadas en negro y gris, en La Casa de Tomás Allende encontramos diferentes tipos de puertas: modelos con molduras, de doble hoja donde el vano de paso a cubrir es ancho, correderas con cuarterones, en forma de arco o con vidrieras emplomadas firmadas por la Casa Maumejean, una de las más importantes de la época.
En algunos de los espacios de la quinta planta, que durante una época estuvo destinada a oficinas, el suelo está cubierto con moqueta de sisal.
Filigranas en los techos
Otro aspecto a destacar son las elegantes escayolas que decoran los techos de muchas de las estancias, y que se encuentran en perfecto estado de conservación. No cabe duda: molduras, delicadas filigranas y decorativos medallones con los mismos retratos que encontrábamos en las paredes del portal serán parte importante de muchos proyectos.
La segunda planta se abre al exterior a través de un patio que inunda de luz natural a los interiores y alrededor del cual se distribuyen los espacios del ala izquierda. De hecho, éste es otro de los tesoros de esta casa, que seguro se convertirá en un espacio fresco y colorido para disfrute del visitante de Casa Decor.