El presidente de la Confederación de la Construcción de Castilla y León, Javier Vega, cifra en 24.000 puestos las necesidades de contratación que van a surgir en Castilla y León en el sector de la construcción de aquí al final del verano para cubrir proyectos a cargo de los fondos europeos, como iniciativas de regeneración urbana, pero también de energías renovables, rehabilitación turística o economía circular, que requerirán de mejoras o el levantamiento de nuevas infraestructuras. Ello supone un incremento de un cuarenta por ciento del total de trabajadores actualmente empleados en el sector, que rondan los 60.000. Coinciden las cifras con las del resto del país, pero en Castilla y León se da la particularidad de que está siendo «difícil» cerrar esas relaciones laborales.
No es la única comunidad autónoma con dificultadas para encontrar mano de obra en el sector, así lo han trasladado también otra organizaciones sectoriales de Galicia, Castilla La Mancha y Asturias.
El Gobierno prepara una reforma integral de la FP que pretende poner fin a una de las grandes demandas por parte de las compañías, como es la de acercar este tipo de formación a las necesidades del tejido empresarial. El anteproyecto recoge, entre otros elementos, el impulso de la FP dual o la vinculación de los centros de formación con las empresas.
El texto está inmerso en su proyecto negociador y, posteriormente, entrará en su desarrollo normativo, por lo que todavía puede sufrir cambios. No obstante, la reforma también contempla que los alumnos puedan cursar algunas asignaturas en la universidad, y viceversa, junto a la creación de másteres profesionales para aquellos estudiantes que hayan conseguido el título de FP superior. Reforma vital, puesto que en nuestro sector no solo hace falta mano de obra poco cualificada, sino también especializada.
Desde la construcción miran con especial atención esta reforma, ya que son conscientes de la importancia de mejorar la formación y la cualificación de los futuros trabajadores, sobre todo en un momento tan trascendental. La llegada de los fondos europeos agravará el déficit de mano de obra y el aterrizaje de jóvenes en el sector será vital para rejuvenecer las plantillas y garantizar el relevo generacional, sobre todo, de las que están a pie de obra.