El notable desarrollo económico de China, unido al aumento del poder adquisitivo de la población y la formación de una incipiente clase media, está impulsando la construcción de centros comerciales en el ‘gigante asiático’. En la actualidad, el país oriental cuenta con un parque formado por 3.100 centros comerciales para una población de 1.383 millones de personas.
Según estimaciones realizadas por la China Chain Store & Franchise Association, en los próximos dos años el país incrementará en 900 el número de centros comerciales y finalizará 2015 con 4.000 complejos. A partir de esa fecha, la entidad prevé que China construya anualmente una media de 300 nuevos centros comerciales.
En 2011, ocho ciudades consiguieron entrar en la lista de las diez mayores capitales del mundo con centros comerciales de mayor tamaño, un ranking elaborado por la consultora CBRE. Y esa cifra podría incrementarse, ya que en núcleos urbanos como Tianjin o Shenyang se están construyendo centros comerciales en un área de más de dos millones de metros cuadrados, según el diario ‘China Daily’. Otro ejemplo es la localidad de Chengdu, donde se han levantado más de un centenar de espacios comerciales, la mayoría de ellos con una superficie que supera los 100.000 metros cuadrados, mientras que en Europa o Estados Unidos todavía no hay muchos establecimientos de ese tamaño.
A medida que aumenta el poder adquisitivo de los consumidores y el conocimiento de las marcas, dichos centros ganan terreno frente a los grandes almacenes, ya que permiten a los compradores visitar directamente las marcas que les interesan y en ellos encuentran una oferta de establecimientos más variada frente a los productos relativamente homogéneos de los segundos.
No obstante, es necesario señalar que ante semejante número de nuevos centros comerciales, la elección del complejo apropiado cobra vital importancia, pues el posicionamiento, afluencia y coste del espacio en los diferentes establecimientos varía notablemente.
